Manor pudo por décima vez en la temporada hacer llegar los dos coches a la meta en la carrera de Suzuka. Alexander Rossi terminó 18º, por delante de Will Stevens. El británico fue sancionado con cinco segundos por sobrepasar el límite de velocidad del pitlane. Además, en la vuelta 42 tuvo un trompo que le hizo parar por tercera vez ya que dejó sus neumáticos destrozados, oportunidad que aprovechó para cumplir con la penalización. Ésta es la segunda carrera consecutiva de las dos en las que ha participado en la que Alexander aventaja a Will.

"Fue una carrera dura hoy pero estoy contento con el resultado. Sufrí un poco en el primer stint pero tras la primera parada todo cambió y mi ritmo fue bastante bueno. Estaba alcanzando a mi compañero en el segundo stint y le estaba intentando adelantar cuando tuvo el trompo. Afortunadamente pude apartarme pero fue un momento impactante, estoy seguro de que pareció dramático desde fuera del cockpit tanto como desde él. Estoy satisfecho con cómo están yendo las cosas tras dos carreras y encantado de que tuviéramos una buena carrera tras un fin de semana difícil", explica Rossi.

Por otro lado, Stevens no está contento con su resutado aunque sí con el del equipo en general ya que era importante acabar otra carrera con los dos coches. El británico está deseando volver a competir y vivir otra batalla intensa junto a su compañero.

"Estoy decepcionado con el resultado de hoy. Sentía que lo tenía todo bajo control hasta el momento de la penalización y luego llegó el trompo, ahí perdí la ventaja. Es una pena ya que mi ritmo fue fuerte todo el fin de semana así que ahora tengo ganas de volver a la pista en Rusia. Estoy encantado por un buen resultado del equipo sin embargo, éste era nuestro objetivo hoy", señala Stevens.

Por último, John Booth se alegra de que no hubiera pasado nada grave a raíz del trompo de Stevens y celebra haber completado la carrera con ambos monoplazas en un fin de semana difícil por el recuerdo de Jules Bianchi.

"La carrera de hoy estaba yendo bien para nosotros, desarrollándose con una batalla interna entre Will y Alex que nos ha mantenido pegados a nuestros sitios durante las últimas dos carreras. En la última parte, Will perdió la parte trasera del coche en la 130R y trompeó, se fue hacia su compañero de equipo. Hay que aplaudir sus impresionantes reacciones, Will hizo bien en devolver el coche al asfalto y Alex respondió asegurándose de que no hubiese contacto. Todos estábamos nerviosos en el muro, pero acabó bien y estamos contentos de conseguir acabar nuestra décima carrera este año con ambos coches. Buen trabajo hoy y todo el fin de semana tras un regreso emotivo a Suzuka del equipo", finaliza Booth.