Existía una pequeñísima posibilidad de que Nico Rosberg se quedara a descubrir la revolución normativa, a la que se enfrentará la Fórmula 1 en 2017. Si hubiese perdido el Campeonato este año, sin dudarlo, hubiera luchado el año próximo.

"Yo nunca me rindo, así que de haber terminado segundo, seguro que lo hubiera intentado en 2017. Cuando gané lo supe (que se retiraría), pero no sabía si sería valiente para hacerlo. Pero aquí estoy ahora y estoy muy contento”. Cuando tenía seis años y empecé a correr, el sueño estaba muy claro: ser campeón de Fórmula 1. Es lo que he perseguido todo este tiempo. He cumplido la misión, ya está hecho. Sueño cumplido. Ahora hay que ir a otras cosas, la familia lo primero. Vamos a ver qué nos depara el futuro", ha comentado con el trofeo en las manos, durante la gala de la Federación Internacional de Automovilismo.

Durante su discurso frente a los demás premiados por la FIA, recordó lo mal que lo pasó en la carrera del Gran Premio de Abu Dhabi, una experiencia de las más difíciles en su vida y que pone por debajo del parto de su mujer.

"Las últimas cuatro carreras fueron indescriptibles, porque yo era el que podía perder el campeonato. La última carrera es lo más duro que he hecho jamás mentalmente, excepto por el hecho de ver a mi mujer dar a luz a nuestra hija, eso fue otro nivel, por eso fue más especial ver la bandera a cuadros y ganar el título. Tengo un gran respeto por Lewis, porque ha sido un competidor increíble todos estos años a un nivel genial. Es uno de los mejores pilotos y eso hace más especial que se lo haya podido quitar", ha agregado para acabar.