Daniel Ricciardo cree que debe mejorar en el apartado de configurar el coche y solucionar problemas a lo largo de los fines de semana de Gran Premio. El piloto de Red Bull reconoce que tiene la capacidad de sentir muchas sensaciones dentro del coche, aunque a veces la obsesión por cambiar demasiada cosas en el monoplazas puede ir en su contra.

"En el pasado, sentía que una de mis fortalezas era mi capacidad para sentir el coche. Soy bastante sensible a las cosas y, por lo tanto, en el pasado ha sido bueno para la gestión de neumáticos, asegura a Autosport. “A veces es en mi perjuicio, donde probablemente sería mejor conducir a través de algo en lugar de ser 'oh, tenemos que cambiar esto o cambiar eso’. Siento que también aprendí un poco. Él cree que sus problemas en 2017 derivaron más de las nuevas características de los neumáticos Pirelli que los cambios en el coche. Estos neumáticos se comportan de manera diferente a todos los diferentes tipos de superficie. En una superficie lisa derrapan mucho y creo que muchas veces tengo que reconocer que el coche no va a ser perfecto. Tiene poco agarre, el neumático tarda bastante en calentarse, cae su rendimiento y se siente muy poco”, añade.

De ese modo, Ricciardo reconoce que quizás sea más favorable pasar el fin de semana con un mismo set-up, en lugar de cambiar a diferentes opciones durante el fin de semana, pues esto favorece a que aparezcan más problemas y se cree un círculo vicioso.

“A veces trato de configurar el coche y trato de arreglarlo cuando en realidad nunca será reparado. Tal vez sería mejor seguir más tiempo con la misma configuración durante el fin de semana. A veces cambiamos demasiadas cosas y nos perdemos un poco. Es normal porque quieres mejorar el coche. Luego aparece otro problema y se crea un círculo vicioso”, concluye.