2011 debía ser un buen año para Renault. El R31 se postulaba como un proyecto sólido que contaba con una financiación mayor que la de su hermano menor, gracias a la renovación de Vitaly Petrov y al contrato de patrocinio con el Grupo Lotus.

No obstante, el accidente de Robert Kubica hizo que los patrocinadores del equipo de Enstone se cuestionaran si invertir o no en Renault, ya que veían el R31 como un proyecto ilusionante carente de un líder de filas.

Coincidiendo con la sentencia del tribunal respecto a los derechos del nombre Lotus, la revista Auto Motor und Sport reveló que este no es el único problema que afronta la formación británica. "La decisión del jurado llega en un mal momento", reza el artículo.

La renovación de Vitaly Petrov, que implicaba el compromiso de varias compañías estatales rusas, debía garantizar la financiación de Lotus Renault. No obstante, no es así. "No llega tanto dinero desde Rusia como se esperaban y desde el accidente de Robert Kubica el interés del resto de patrocinadores ha disminuido".

Renault, la compañía suministradora de motores, debe ni más ni menos que una cifra que se mide en decenas de millones de euros. "Genii Capital ha pedido un adelanto a Lotus para poder gestionar el equipo y desarrollar el coche. En el Paddock hay rumores de que Renault podría cambiarse a los Cosworth en 2012 si Renault no paga las facturas. Y además la empresa francesa está buscando un nuevo cliente. ¿Por qué no Williams?".