Jolyon Palmer fue uno de los que antes probó en primera persona el que la normativa 2017 haya convertido los Fórmula 1 en vehículos más críticos. El británico sufrió un fuerte accidente en Australia que acabó acarreando un cambio de chasis para él. Sin embargo, Palmer no terminaba de encontrarse conforme con el nuevo chasis y finalmente Renault decidió montar un tercer chasis para él.

Para ello, el equipo francés decidió romper uno de los ‘toques de queda’ que obliga a los mecánicos a pasar un número de horas fuera del circuito para intentar garantizar su descanso. Los equipos están autorizados a romper este toque de queda un número de veces durante la temporada por lo que no acarrea sanción.

Desafortunadamente para los mecánicos de Renault, así como para el piloto, después de todo el trabajo realizado durante la noche, se van a ver obligados a cambiar el motor. Palmer salió a la tercera sesión de entrenamientos libres y notó un descenso de la potencia que ha motivado el cambio.

Apenas 20 minutos transcurridos de la sesión, Renault confirmaba a la FIA que se ponían a trabajar en el cambio de motor. Desafortunadamente para el británico, la proximidad entre los terceros entrenamientos libres y la sesión de clasificación parece hacer inviable que Palmer pueda disputarla si bien los mecánicos lo van a intentar hasta el final.