Día de altibajos para el equipo Red Bull. Max Verstappenfinalizó la jornada con el cuarto mejor tiempo y fue el piloto que más vueltacompletó, sumando un total de 101 giros en su casillero. Pero dos fallos demotor, concretamente en relación al MGU-K, entorpecieron el programa de pruebasde la escudería austriaca. Aunque en un primer momento se especuló que elneerlandés se quedó parado al final de la sesión vespertina por una prueba decarga de gasolina, en realidad la causa fue un problema en la unidad depotencia del RB13.

“No me quedé sin gasolina. Nos quedamos a dos vueltas dellegar a distancia de carrera y recopilamos datos, pero desafortunadamentetuvimos que parar el coche por un problema similar al que nos hizo quedarnos enel garaje por la mañana, explicó Verstappen al terminar la jornada.

Aun así, el piloto prefiere no dar importancia a losproblemas de fiabilidad del motor Renault y confía en que el fabricante francéssolucione las incidencias para la primera cita del calendario. “Creo que yatenían planeado cambiar esa especificación para Australia. Siempre intentomantenerme positivo y no pensar demasiado en ello. Los tests son para esto,para probar las partes, ver lo buenas que son y dónde puedes mejorar. En ese sentido,hemos aprendido mucho hoy eso será bueno para el futuro”.