Cuando ningún vehículo había pisado asfalto esta temporada 2017, Red Bull ya era uno de los favoritos. El motivo era claro, la aerodinámica había sido dominada por el equipo de la bebida energética en la última década y la última reforma del reglamente técnico aumentaba precisamente todo lo referente a la carga aerodinámica.

Sin embargo, Red Bull presentó un diseño muy limpio y su rendimiento no cumplía las expectativas. Red Bull calificó a estos problemas como fallos de comunicación entre los distintos departamentos, fallos que precipitaron el regreso al mando de Adrian Newey; Newey está muy involucrado en la dirección del desarrollo, algo que no hizo en los test de invierno. Pero desde entonces, está muy involucrado.”, confesó Horner a RACER.

La buena noticia para Red Bull, es que el equipo detectó el problema que estaba lastrando el desarrollo del monoplaza y que han acotado como el ya más que habitual fallo de correlación; “Hemos entendido algunos problemas, problemas de correlación. Ahora sabemos que herramientas usar en cada área. Eso nos ha indicado una dirección y durante las tres últimas carreras especialmente hemos progresado.”

“Ahora tenemos una dirección clara y definitivamente hemos disminuido la diferencia. En Canadá estuvimos por delante de un Mercedes. Es interesante ver que el ritmo de carrera de Ferrari no era nada especial.” explicó Horner.

En Red Bull también esperan una mejora en el propulsor Renault que llegará para, precisamente, la carrera de casa en Austria. “Esperamos estrenar un evolucionado tercer motor para Austria, y tendremos más rendimiento. También nuestro proveedor de combustible está haciendo un gran trabajo buscando rendimiento. Es cuestión de empujar en todas las áreas.” concluyó el de Red Bull.