Kimi Raikkonen, cuyo contrato con Ferrari finaliza este año, terminó en tercer lugar en el Gran Premio de Rusia, pero su jefe en la escudería, Maurizio Arrivabene ha dado a entender que esperaba mucho más por parte de su piloto.

"¿Raikkonen? Tenía una buena carrera por delante, pero después del coche de seguridad podría haber sido mejor", ha declarado el italiano para La Gazzetta dello Sport después de la prueba en Sochi.

En la clasificación del pasado sábado, el que fue campeón del mundo en 2007 se situó en parrilla en cuarto lugar, por detrás de su compatriota Valtteri Bottas. "Creo que lo ideal hubiera sido clasificar en tercer lugar y por lo tanto, partir desde la primera fila", ha comentado Raikkonen ante la perspectiva de salir un puesto más adelantado por la sanción a su compañero Sebastian Vettel.

Es por eso, que cuando se le preguntó el domingo sobre si hace un trabajo suficiente para asegurarse un nuevo contrato para 2017, el finés admitió que no lo sabía con certeza. "Obviamente tengo pasión por las carreras, pero muchas cosas no están en nuestras manos. Sólo podemos tratar de hacerlo lo mejor posible y después ver lo que traerá el futuro", ha expresado Raikkonen.