El filandés cree que su retorno a la Fórmula 1 no será tan difícil de como se plantea. "He corrido nueve temporadas, 157 carreras y he conseguido 18 victorias", dijo. "Cuando fui a la NASCAR tuve muchas cosas que aprender, volver a la Fórmula 1 es como si volviera a casa. No puedo esperar para subirme al coche", añadió el piloto.

Sobre el tiempo que iba a tardar en coger el ritmo a los demás comentó: "¡Espero que no! Estoy más motivado que nunca y no creo que en este tiempo haya perdido el ritmo. Lo que más costará será aconstumbrarme a los neumáticos. Respecto a los cambios de reglamentación creo que no han cambiado mucho desde que me fui".

Raikkonen añadió también que hasta que pruebe el coche en febrero se le va a hacer muy largo. "No probaremos el nuevo coche febrero. Es una larga espera. Sin embargo, debo ser capaz de saltar en un coche de F1 de hace dos años en enero. Por supuesto, no será el entrenamiento habitual".

"No tendré el mismo horario que antes, tendré que conocer mejor al equipo y conocer los cambios que se han hecho mientras yo no he estado aquí", dijo el piloto sobre el cambio de rutina.

Sobre los objetivos de la pretemporada, Raikkonen afirmó que el principal será ver si el coche que tienen será competitivo; además de ver cómo funciona el equipo. "Aprender sobre los neumáticos Pîrelli será lo más importante, ya que son diferentes de lo que he probado hasta ahora", añadió.

Al igual que su compañero de equipo, Romain Grosjean, el filandés aseguró que estas Navidades se dedicará a trabajar el cuello, además de celebrar la Navidad junto a su familia.

Tampoco se escapó de la pregunta sobre la caída sobre la moto de nieve que tuvo hace poco tiempo. "Me ha sorprendido la expectación levantada por este suceso. Se puede ver en YouTube que fue un accidente pequeño y lento. ¡Es casi vergonzoso!. A principios del 2007 también tuve una caída en una moto de nieve, y luego creo que la temporada no me fue nada mal. ¿Quién sabe si este año pasará lo mismo?".