Casi 10 años. Este es el tiempo que Kimi Räikkönen ha necesitado para volver a salir desde la primera posición de la parrilla de un Gran Premio. La última ocasión en la que pudimos ver al piloto finés logrando un pole position fue durante el Gran Premio de Francia de 2008, por lo que el campeón del mundo nos ha vuelto a mostrar su mejor cara en la jornada del sábado del GP de Mónaco.

El piloto de Ferrari fue 43 milésimas más veloz que su compañero Sebastian Vettel, una diferencia imperceptible a simple vista, aunque lo suficiente para salir con ventaja por delante de sus principales rivales. No obstante, se muestra cauto de cara a la prueba monegasca.

"Obviamente, es la mejor plaza para salir mañana, pero no nos garantiza nada. Estaré contento por conseguirlo y será un buen modo de terminar el fin de semana. Hemos sufrido un poco en ciertos momentos y hemos estado trabajando para solucionarlo. La clasificación fue mejor, no perfecta, pero nunca lo será. Fue lo suficientemente buena y estuve contento con el coche. Siempre puedes ir un poco más rápido aquí y allá, pero las cosas salieron bien. Tuvimos un buen tiempo y me sentí bien, por lo que fui capaz de realizar una buena clasificación", aseguró al término de la sesión.

Por otro lado, el jefe de equipo de Ferrari, Maurizio Arrivabene, felicita al finés, aunque recuerda que deben tener cuidado, pues toma como referencia la primera línea lograda en el pasado GP de Rusia, en el que perdieron, posteriormente, la carrera en favor de Valtteri Bottas.

"Estoy muy contento por él porque lo merece. Es una lástima para Sebastian, ya que cometió un pequeño error en la curva cinco, pero tener los dos coches ahí es bueno. Estoy contento por encontrar le ritmo, pero debemos recordar la última vez en Sochi, tener cuidado y pensar sobre mañana", concluye.