La Fórmula 1 regresa a Estados Unidos, al circuito de las Américas, en Austin, que celebrará su séptima edición, ininterrumpida desde 2012, y se acerca a las ocho ediciones que se disputaron en Indianápolis antes de que el Gran Premio de la vergüenza, en 2005, lo hiriese de muerte, y muy lejos, eso sí, de las veinte ediciones que se celebraron en Watkins Glen entre 1961 y 1980.

Decir Austin o decir Circuito de las Américas, significa decir Lewis Hamilton. Revelado como uno de sus circuitos favoritos, el británico ganó aquí en 2012, en la primera edición, sobre un McLaren, cedió en 2013 ante el Red Bull de Vettel, y desde 2014, con Mercedes, solo acumula un triunfo tras otro, lo que unido al triunfo que consiguió en Indianápolis en 2007 le convierte en el piloto con más triunfos en el Gran Premio de Estados Unidos, con seis, superando los cinco que logró Michael Schumacher entre el 2000 y 2006.

Quién si no otro que Hermann Tilke fue el artífice de este trazado en el estado de Texas, con una extensión de 5.513 metros y 20 curvas por vuelta, que provocarán que los pilotos se enfrenten a un total de 56 giros para completar la carrera. De su particular diseño llama la atención la primera curva, tras una larga recta y una pronunciada pendiente ascendente antes de enfrentarse a un gran codo, con efecto embudo pero con multitud de trazadas disponibles.

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Tras esto, las enlazadas, una serie de siete curvas sin descanso de diferente velocidad que hacen las delicias de los pilotos, y donde fallar al comienzo de las mismas te hace perder una ingente cantidad de tiempo. Tras las enlazadas, una fuerte frenada y la recta más larga del circuito antes de conectar con una serie de curvas lentas sin mayor misterio para entrar de nuevo en recta de meta.

Como todo trazado moderno, el COTA no tiene un metro de pista que no esté acompañado de una más que generosa escapatoria, tanto en el interior como en el exterior de las curvas, lo que minimiza el riesgo y la potencial pérdida de tiempo, haciéndolo más asequible para cualquier tipo de piloto.

La sesión de clasificación cobra especial importancia en este circuito a tenor de las estadísticas, pues ningún piloto ha logrado vencer sin salir desde la primera fila, si bien hay paridad respecto a salir en segunda posición o desde la ansiada pole position. Ya en el debut, Lewis Hamilton consiguió anteponerse a un Sebatian Vettel que en clasificación le sacó más de un segundo, venciendo la carrera por apenas seis décimas ante el alemán, con Fernando Alonso completando el podio.

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El de Red Bull se vengó en 2013, venciendo sin rival, con un Hamilton frustrado con el rendimiento de su Mercedes el día que el alemán pasaba a la historia al ser el primer piloto capaz de ganar ocho Grandes Premios de forma consecutiva, escoltado en el podio por Romain Grosjean y Mark Webber.

Para la temporada 2014, Rosberg consiguió sorprender en clasificación, arrebatándole la primera posición a Hamilton, si bien el británico se rehízo en carrera para ganar con cierta comodidad, al igual que ocurrió en 2015, cuando el mal tiempo no permitió disputar la Q3, dejando la pole position en manos de Rosberg, que había sido el más rápido en Q2, pero donde Lewis le dio la vuelta el día que además se proclamaba campeón del mundo. En 2016, Hamilton no dio opciones a Rosberg, consiguiendo tanto la pole position como la victoria, misma historia que en 2017.

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Este 2018, Hamilton está ante la oportunidad de rememorar las sensaciones logradas en 2015, vencer en uno de sus circuitos favoritos, y en el que ha revelado en multitud de ocasiones que es su país favorito, Estados Unidos, y proclamarse cinco veces campeón del mundo de Fórmula 1. Para ello, el británico tiene únicamente que sacarle ocho puntos a su máximo rival, el Ferrari de Sebastian Vettel. Es decir, repetir el resultado de las dos últimas carreras; triunfo y segunda posición de su compañero de equipo.

¿Qué pasará? Toca esperar a la acción, que como dictan los husos horarios será más tarde de lo habitual. El viernes, los primeros entrenamientos libres darán comienzo a las 17:00, continuando a las 21:00 con la segunda sesión. El sábado, el movimiento comenzará a las 20:00 con la tercera y última sesión de entrenamientos libres. La sesión de clasificación vuelve a retrasarse hasta las 23:00, como ha ocurrido en anteriores temporadas, mientras que la carrera dará comienzo el domingo a las 20:10. 56 vueltas más tarde, se conocerá si Lewis Hamilton es campeón, o si habrá que esperar a México.