De las siete carreras disputadas hasta hoy esta temporada, Michael ha abandonado en cinco ocasiones, casi todas sin ser culpa suya. Sólo Caterham, Marussia y HRT tienen más abandonos que él. "Nunca he visto nada así antes en la Fórmula 1. Realmente lo siento por él", le consuela Sauber.

Ross Brawn, jefe de equipo de Mercedes, se ha disculpado en el comunicado de prensa del equipo después de la carrera canadiense, y desmiente los rumores que aseguraban que le están dando un material de inferiores condiciones a Nico Rosberg. En declaraciones al periódico Bild, Ross dice ahora: "Nuestro objetivo es la completa fiabilidad. Lo hemos logrado en el coche de Nico, pero no en el de Michael. Estamos dando a esto la máxima prioridad".

Pero Michael podría estar perdiendo la paciencia. Sus gestos después de cada abandono, intentando no perder la calma pero al mismo tiempo dejando notar su malestar denotan un cansancio justificado. Con su contrato terminando a finales de esta temporada, quizá Mercedes pierda la oportunidad de darle al campeón con más títulos de la historia una segunda posibilidad de ganar carreras.

Michael abandonó el circuito de Montreal el pasado domingo nada más retirarse de la carrera, sin esperar a la bandera de cuadros. Brawn confirma que, además, no se reunió con el equipo como normalmente hacen los pilotos tras cada gran premio: "No estuvo en la reunión con los ingenieros", reconoce. Pero intenta justificarle: "Quería evitar el gran atasco de tráfico que se forma después de la carrera. Una de las cualidades de Michael que más valoramos es su espíritu de equipo, que demuestra incluso en las situaciones difíciles".

Probablemente ya en su casa, más calmado y tras liberar tensiones, Michael escribió en su página de Internet: "Es completamente comprensible" que la fiabilidad de un equipo de Fórmula 1 no sea siempre perfecta. "No voy a perder mi fe en el equipo", aseguraba.