El accidente de Michael Schumacher, que todavía mantiene al heptacampeón luchando por su vida, ha levantado multitud de comentarios sobre la vida de un piloto de Fórmula 1 y sus aficiones. Hay quiénes consideran, como es el caso de Mika Salo, que ir al límite en tu carrera profesional puede llevarte también a hacerlo en tu vida personal.

Así lo comentaba a la televisión finlandesa MTV3:“En toda tu carrera en la Fórmula 1 vas al límite. Cuando estás acostumbrado a vivir así, incluso en tus aficiones puedes herirte, especialmente cuando las haces a un nivel extremo como Michael”, comentaba el expiloto de Ferrari.

Este argumento también se ha visto apoyado por Alain Prost. El cuatro veces Campeón del Mundo cree que el accidente ha podido provocarlo la búsqueda de adrenalina: “Todos los días tras la Fórmula 1, tratas de llenar el vacío, pero nada te da tanta adrenalina” dijo el francés a Itele.

No obstante, los que afirman conocer a Schumacher están seguros de que la palabra imprudencia no está relacionada con el alemán, ya que siempre se ha mostrado cauteloso en todos los aspectos de la vida:“Me explicó que a veces parecía, de cara a los demás, que es adicto al riesgo y a la velocidad”, comentaba el presentador de la F1 en la RTL alemana, Kai Ebel. Y añadía: “Pero él sabía muy bien su capacidad y me dijo con mucho énfasis que nunca está fuera de control con la velocidad”, dijo al diario Bild.

Flavio Briatore, uno de los primeros jefes de Schumacher en la F1, coincide con las palabras del periodista germano y asegura que el heptacampeón dejaba la velocidad para los circuitos:“He estado con él en el coche -desde el hotel o el aeropuerto o hasta el circuito- cientos de veces y nunca le vi ‘hacer un Schumacher’. Con el tráfico, Michael era muy cauteloso y tolerante con aquellos en su camino. Ahora, él estaba esquiando con su hijo y no puedo imaginar que fuera a una velocidad vertiginosa”, dijo el italiano a La Gazzetta dello Sport. Y afirmaba que el accidente le había afectado mucho a nivel personal: “Fue el Año Nuevo más triste de mi vida” admitía.

El expiloto de F1, Jarno Trulli, también insistió en la idea de que Schumacher no es una persona imprudente:“Sólo había ido a esquiar con su hijo, lo que muchos padres hacen”, dijo a Il Giornale. “A lo largo de su carrera,él siempre fue muy consciente de la seguridad. En realidad, es gracias a Michael que durante sus años de actividad en la Fórmula 1 se hicieran muchas mejoras en el campo de la seguridad”, añadía Trulli.

Además, el italiano comentaba: “Es cierto que un piloto está acostumbrado a convivir con el riesgo, pero es un riesgo calculado y ciertamente menos peligroso que muchos chicos bebiendo un sábado por la noche”.El expiloto de Renault, Toyota y Caterham afirma que comparte la misma afición por el esquí que Schumacher y que cuando tiene vacaciones también le gusta pasar una temporada en las montañas: “Nosotros hacemos nuestro trabajo y en Navidad nos vamos de vacaciones. Al igual que Michael, yo también voy ahora a las montañas a esquiar”, concluía Trulli.

La situación de Schumacher sigue siendo estable dentro de la gravedad de sus lesiones intracraneales. Ayer su representante, Sabine Kehm, informó que el estado del heptacampeón no había cambiado a peor e insistió en que "se encuentra en buenas manos y su situación es estable". Para hoy no se espera comunicado sobre el estado del alemán.