Hay personajes que suelen caer bien a la mayor parte de la afición de un deporte concreto y, en el caso de la Fórmula 1, Heikki Kovalainen era uno de estos casos. De sonrisa casi permanente, el finés ha mostrado durante sus años dentro de la categoría reina una actitud muy diferente a la de su compatriota Kimi Raikkonen. Además, el sustituto de Fernando Alonso en Renault en 2007 guarda alguna que otra cosa en común con el piloto asturiano.

Procedente de Suomussalmi, Kovalainen comenzó a competir en el karting a los nueve años. Desde 1991 hasta el 2000, se mantuvo en esta disciplina, en la que ganó la Fórmula A de su nación en 1999 y fue campeón de los países nórdicos y de la Elf Master en el 2000. Así, con 19 años, Heikki dio el salto a los monoplazas de la Formula Renault, certamen en el que fue el novato del año, tras ganar dos carreras y acabar cuarto en la general. Para la temporada siguiente pasó a correr en la Fórmula 3 británica, en la que volvió a ser el debutante del año, galardón que consiguió tras vencer en cinco de las últimas nueve carreras, llevarse tres poles y alcanzar la tercera plaza en la clasificación final.

Ya en 2003, el finés volvió a cambiar de categoría. Su destino fueron las World Series by Nissan. En su primer curso dentro de éstas, no pudo destronar al vigente campeón, Franck Montagny, pero al segundo intento no falló. Se llevó el campeonato con autoridad, después de lograr seis triunfos y distanciar al segundo, Tiago Monterio, en 192 puntos. Con otro título para engrosar su palmarés, Kovalainen dio el último paso para acercarse a la F1, que no fue otro que la recién fundada GP2. En esta nueva categoría, el finés comenzó mandando con autoridad, pero en los malos resultados en las citas de Bélgica y Bahréin le sirvieron en bandeja el campeonato a Nico Rosberg, quien no desaprovechó la ocasión.

A pesar de ello, su carrera dentro de la estructura de jóvenes pilotos de Renault estaba consolidada, y el equipo por aquel entonces campeón del mundo colocó a Kovalainen como piloto reserva para la temporada 2006. No fue hasta 2007, con la marcha de Fernando Alonso a McLaren, cuando el finlandés pudo hacer su debut en la Fórmula 1.

No cabe duda que este momento le llegó algo tarde, ya que Heikki acabaría su primera temporada con 26, pero las circunstancias así lo quisieron. Su primer año en la categoría reina tuvo un inicio complicado, ya que le costó hacerse al R27, pero después de la gira americana, donde fue cuarto y quinto en Canadá y Estados Unidos respectivamente, y tras completar un desafortunado GP de Francia, Kovalainen encadenó una serie de siete carreras consecutivas puntuando, la cual se remató con una excelente segunda posición en el caótico GP de Japón en Fuji. A final de año, el nórdico fue séptimo y superó a su compañero, el experimentado Giancarlo Fisichella, en la clasificación general por nueve puntos.

A pesar de esto, su continuidad en Renault no fue posible. El equipo, ante el regreso de Alonso, no dudó en prescindir de su alienación en 2007 para colocar al español y a Nelson Piquet como pareja titular. No fue hasta, pasados unos meses, cuando se confirmó que Kovalainen sería piloto de McLaren junto a Lewis Hamilton. Pero en Woking, las cosas no ideales para este.

Durante el principio del curso, Heikki pareció estar en cierto modo a las alturas de las expectativas. En Australia, por ejemplo, iba segundo, no muy lejos de su compañero de equipo y con más combustible que este. Lástima que saliese el safety car en el peor momento, ya que, con la normativa que había entonces, su carrera quedó totalmente arruinada y acabó quinto después del famoso y atípico duelo con Alonso. En Malasia, sin embargo, una buena remontada se vio recompensada con un gran tercer puesto. Pero desde entonces, la tendencia fue algo negativa. Sufrió episodios desafortunados, como su terrible accidente en la curva nueve de Montmeló o el no poder aprovechar una magnifica segunda posición de parrilla en Turquía. De todos modos, la realidad es que pocas veces estuvo a la altura de Hamilton. Eso no le impidió lograr en Hungría la que es a día de hoy su única victoria. El pinchazo de Lewis, así como el fallo en el motor de Felipe Massa a falta de poquísimas vueltas para el final, le sirvieron en bandeja ser el piloto número 100 en ganar una carrera en Fórmula 1, en el mismo lugar donde lo hizo Alonso 5 años antes. Por la radio Ron Dennis dijo que esperaba que fuera la primera de muchas, pero, por desgracia, no fue así.

Después de esa gran alegría, sólo volvió a estar entre los tres primeros en Monza. Una avería más, en Japón, cuando estaba en disposición de luchar por la victoria con Fernando Alonso tras pocas vueltas trascurridas, le volvió a frustrar cualquier aspiración. Finalizó séptimo en la general, mientras que Hamilton ganó el campeonato. Por ello, a Mclaren le fue imposible ganar el mundial de Constructores.

En 2009 la situación, lejos de mejorar, empeoró. La diferencia de rendimiento con Lewis fue bastante notable, no puntuó en más de la mitad de las carreras y ni siquiera a final de temporada, cuando el MP4/24 comenzó a ser competitivo, supo remontar el vuelo. Por ello, la escudería británica decidió prescindir de sus servicios para 2010 y fichar a Jenson Button.

En dicha campaña, Heikki encontró asiento en la nueva escudería Lotus, con la que estuvo hasta 2012. El primero de los ejercicios fue el más complicado, ya que contó con todas las complicaciones que lleva intrínseco el debut de un equipo en F1. Los segundos en los que el finés salió más en televisión fueron cuando en el GP de Singapur su monoplaza empezó a arder a dos vueltas para el final. Luego, 2011 supuso una mejora notable, gracias en parte a la adquisición de los motores Renault. En circuitos de curva rápida fue donde el bólido de color verde respondió mejor. De hecho, tanto en España como en Gran Bretaña, Kovalainen consiguió entrar en la Q2. Pero aún faltaba conseguir ese ansiado primer punto para la que en 2012 pasó a ser Caterham. Por desgracia, eso nunca ocurrió. En su última campaña junto a estos, el simpático finlandés tuvo momentos brillantes, como cuando en Mónaco aguantó hasta la desesperación al McLaren de Button, pero no pudo cumplir ese sueño.

Así, dicha temporada ha sido hasta la fecha la última completa de Kovalainen en el mundial. Volvió esporádicamente en 2013 para ayudar en los libres de algunos fines de semana a la evolución del CT03, y, por encimad de todo, para sustituir a Kimi Raikkonen en el equipo Lotus, aunque sólo fue decimocuarto en las dos carreras que estuvo presente.

Hoy, el risueño finés, que se define como un buen cocinero, cumple 33 años con una importante trayectoria a sus espaldas, pero con pocas perspectivas de poder engrosarla. La necesidad de hacerlo tampoco es urgente, ya que, tras más de 60 años de historia, poco más de 100 hombres han conseguido lo mismo que Heikki.