Una de las noticias que se registraron en la jornada de ayer fue la compra de Lotus por parte de Renault, lo que supone el regreso de la casa francesa a la Fórmula 1 como equipo, un papel más importante del que tuvo en las últimas temporadas, marcadas por su relación técnica con Red Bull.

Lo harán dentro de un proyecto a largo plazo en el que el objetivo será conseguir ganar campeonatos, tal y como lo hicieron en la década inicial de siglo con la figura de Fernando Alonso. Pero los comienzos no van a ser nada fáciles, como indica Alan Premane, director de operaciones de la formación.

"Cuando no estaba claro si lo iban a comprar o no hubo una gran incertidumbre, la gente con sus familias y niños no sabían si iban a tener trabajo, no fue ideal para nosotros pero lo importante es que ahora tenemos un futuro seguro. En el desarrollo del coche del próximo año, estábamos muy limitados, pero ahora que han llegado, los problemas serán rápidamente olvidados. El primer año no va a ser fácil, pero al final tu trabajo es tan duro si estás en Manor o en Mercedes, sólo el tiempo de vuelta en pista es diferente. Estaremos en el primer test, lo haremos como siempre lo hemos hecho", asegura Permane.