Un decepcionante día de carrera para Manor Racing. Aunque Esteban Ocon llegó a su segunda bandera a cuadros con un buen resultado, se vio obstaculizado por su posición inicial después de un problema ayer en la clasificación. Pascal Wehrlein se vio obligado a retirarse después de 18 vueltas, tras una caída repentina de la presión del aceite.

Ocon atravesó la meta en la 18ª y última posición, aunque de todas formas resulta ser una agradable sensación el ver la bandera a cuadros de nuevo. Pero en realidad el objetivo no era ese, sino estar algo más arriba y superar a otros monoplazas.

"No, el objetivo era llegar a la bandera a cuadros, pero en una posición mucho más fuerte. Fue un largo y duro Gran Premio desde el arranque. Estuvimos con el compuesto medio un stint muy largo, 32 vueltas, y ninguna de las oportunidades que esperamos, que podrían haber cambiado la cara de la carrera, pasó. Al final, con el neumático blando, estábamos realmente al límite. Así que es bueno terminar, sobre todo, después del problema en el coche de Pascal. Son dos carreras con una gran cantidad de aprendizajes sobre los neumáticos y la gestión del coche, pero ahora estoy listo para usar esa experiencia para luchar por algo más. Creo que pudimos ser capaces de algo mucho mejor aquí, lo que es una pena. Las dos últimas carreras han tenido sus dificultades, pero también eran mis dos primeras carreras en la Fórmula 1. Logré mi sueño en Spa, después de un largo camino para llegar hasta aquí y cuando las cosas tomaron el camino durante este fin de semana, vimos que el coche mejoraba para nosotros. Estoy decepcionado, pero miro hacia adelante a cosas mejores en las siete carreras que restan. Pronto llegará algo bueno para mí", ha confesado Ocon.

Wehrlein tuvo mala suerte en carrera después de un fin de semana muy prometedor. Por tanto, su sentimiento era el de pensar solamente en la siguiente cita del Campeonato, pues el monoplaza ha mostrado buenas sensaciones durante los tres días de la cita italiana hasta el abandono.

"Estoy bastante decepcionado, por supuesto. Cuando oí a mi ingeniero decirme 'para el coche, para el coche', no me lo podía creer. Tenía que comprobar lo que estaba escuchando. Por supuesto, era por una buena razón, para protegerlo, así que sabía lo que tenía que hacer. Simplemente no me lo quería creer supongo. El equipo da pasos muy positivos y a pesar de ellos por tanto, fue más difícil el retirarse. Estar entre los dos McLaren en la clasificación, la expectativa de luchar por la Q2, si no más, el defenderse de la competencia en la calificación y en la carrera... La situación es difícil de tomar, pues sabemos lo que es posible desde el coche y después de haber empujado tan duro todo el fin de semana de nuevo. Pero sé que el equipo va a querer ordenar los problemas fuera lo más rápidamente posible. Es decepcionante para todo el mundo, ya que no podemos permitirnos el lujo de perder un buen resultado si queremos proteger nuestra posición en el Campeonato. Volveremos a combatir en Singapur, una carrera por la que estoy muy entusiasmado. Espero que podamos hacerlo bien allí", ha comentado el alemán.

Dave Ryan, director de carreras, sentía que hoy podía haber sido su día en cuanto al conjunto del equipo, a la vista de lo sucedido el viernes y el sábado, aunque luego la realidad de la pista de Monza les ha puesto los pies en el suelo.

"Un día duro de carreras y no uno que quieras repetir a corto plazo. Llegamos a Monza con altas expectativas como demostró el rendimiento de Pascal en la clasificación, dado que todo estaba justificado. Sin embargo, nos decepcionó la fiabilidad de los dos coches en varios momentos durante el evento y como resultado, sufrimos las consecuencias. Tanto Pascal como Esteban han estado brillantes el fin de semana y están obviamente frustrados porque hemos dejado que la oportunidad pase de largo. Pero al mismo tiempo lo aprecian como deporte de equipo, colectivamente somos Manor Racing, y sobre esa base nos movemos en las lecciones aprendidas en espera de la próxima carrera en Singapur", ha concluido Ryan.