El declive deportivo de Red Bull Racing podría provocar una crisis económica dentro de la propia marca de bebidas energéticas, aunque su presidente, Dietrich Mateschitz, se niegue a aceptarlo. Los millones ganados durante estos años de éxito podrían desaparecer tras perder no sólo la primera plaza, sino también el honor de estar en la segunda e, incluso, en la tercera posición.

Helmut Marko asegura que estar en una posición tan retrasada influye directamente en el presupuesto del equipo. "Pasar de la segunda posición a la cuarta plaza nos duele. Nos costará alrededor de 20 millones de euros. Con suerte se mantendrá como hasta ahora, porque Lotus y Force India también tienen ese motor Mercedes", explica el austríaco.

La solución para volver al éxito está clara. Renault ha demostrado que no tiene el nivel suficiente para asegurarse luchar por el campeonato. "El hecho es que no podemos seguir dos años más con este motor", afirma en referencia al motor Renault.

Los malos resultados han provocado que las relaciones entre ambos estén más tensas que nunca y dentro de una semana, según asegura el diario Bild, habrá una reunión para tratar los problemas entre ambos. "Veremos los resultados de los últimos test y que nos expliquen cómo ven el futuro. Entonces decidiremos cómo lo tratamos. Nuestra relación con Renault es, como mínimo, muy tensa", zanja Marko.