Red Bull Racing es la actual referencia en la Fórmula 1 moderna. Su nueva filosofía aerodinámica ha revolucionado el deporte y trae de cabeza a ingenieros y diseñadores del resto de la parrilla. Ellos saben que son campeones, y no es para menos: han destrozado los récords de precocidad con Sebastian Vettel, y también son uno de los equipos más efectivos en cuanto a temporadas disputadas y títulos conseguidos (Red Bull se creó en 2005 y ya han ganado tres campeonatos de pilotos y constructores).

Para 2013 el panorama pinta a priori fenomenal para los chicos de Christian Horner, jefe de equipo de la escudería de Milton Keynes: las reglas del campeonato no variarán en exceso, por lo que podrán continuar con su desarrollo exitoso del RB8, que demostró a finales de 2012 ser el mejor coche de la parrilla, superando los problemas de principios y mitad de temporada, pero tales éxitos podrían no producirse en 2013. "Terminar 2012 de forma competitiva no es una garantía de nada", afirmaba el diseñador del monoplaza, Adrian Newey, a ESPN.

Tres años arriba, sin embargo, no son cimientos inquebrantables: cuando se traspasa la frontera de un nuevo año todo puede cambiar porque los meses invernales de preparación y desarrollo pueden dar muchas sorpresas. Todos trabajan para mejorar, y los rivales que han perdido vuelven con más ganas que nunca por vencer: "Sabemos lo que queremos lograr en el invierno, pero no tenemos ni idea de lo que lograrán los demás. Iremos a Melbourne y ya veremos. Es lo grande de la Fórmula 1, que nunca se sabe", señalaba Newey.

El secreto de su éxito no es la magia, sino el trabajo constante y sin cesar. Un elenco de ingenieros, mecánicos y trabajadores, en definitiva, unidos por un objetivo común ambicioso del que Horner hace buena referencia: "Creo que hemos tenido a un gran grupo de gente, pero siempre se puede aprender. Y hemos aprendido mucho este año. Creo que uno de los puntos fuertes de este equipo es que nunca estamos satisfechos y todos los departamentos buscan dónde podemos mejorar y aprender. Creo que es este espíritu el que nos mantiene arriba durante tres años", añade.