A pesar de ello, hay que recordar que la sección central del legendario circuito belga se adaptaba bastante bien al principal punto fuerte del Red Bull: su paso por curva. Este aspecto hace que las interminables rectas del Autodromo Nazionale de Monza representen posiblemente la mayor complicación de toda la temporada para la escudería austriaca.

Y es que, aparte de la victoria de Vettel en 2008 a bordo del Toro Rosso diseñado por Adrian Newey, los coches de Red Bull se han mostrado por lo general vulnerables en Monza, debido a la superioridad de sus rivales en lo relativo a la potencia del propulsor.

"Esa es la razón por la que él (Newey) ha trabajado particularmente duro en el paquete aerodinámico de baja y media carga aerodinámica", aseguró el jefe del equipo, Christian Horner, en unas declaraciones recogidas por la publicación alemana Auto Motor und Sport.

El piloto de McLaren-Mercedes Lewis Hamilton, no obstante, espera que la Fórmula 1 haya escuchado por última vez los lamentos de Red Bull sobre una supuesta falta de competitividad en circuitos rápidos.

"Espero no volver a oír nada más sobre la pretendida debilidad del motor Renault", manifestó, ante lo que el piloto de Red Bull Mark Webber se mostró de acuerdo, según se desprende de sus propias palabras antes de la cita de este fin de semana: "Nos llevamos un buen botín de Spa según se desarrolló la carrera; esperemos que en Monza sea igual".