"Estoy preocupado porque vienen tres carreras muy duras, Silverstone, Hockenheim y Budapest; y porque he visto que Red Bull está muy fuerte", afirmó Montezemolo en la reunión rutinaria después de cada victoria. "Si queremos conseguir nuestros objetivos, debemos dar entonces un paso adelante".

Montezemolo también aclaró que el F2012 no es el mejor coche actual, ni lo ha sido en todo el campeonato, y atribuye el mérito, entre otros, a Fernando Alonso y a sus mecánicos de ser ahora mismo líderes del Mundial de Pilotos.

"Es gracias a vuestro trabajo, a un extraordinario piloto que, no por casualidad, pilota para Ferrari, a la estrategia, a las paradas en boxes y a los esfuerzos de todos los que estáis en la pista y en casa, que en este momento nos encontremos liderando el campeonato, pese a no tener el mejor coche".

"Ahora debemos asegurarnos de que hacemos todo de la mejor forma posible, porque ganar depende única y exclusivamente de nosotros. Sería un gran error creer que la victoria de Valencia significa que ya está todo hecho: hoy tenemos un coche competitivo, pero para ganar, tenemos que hacer aún más", añadió el italiano.

Además, Luca Cordero di Montezemolo cree que no debe dispararse la euforia. "La victoria que conseguimos en Valencia fue, en parte, gracias a los abandonos de algunos adversarios o al Safety Car. No quiero que desde fuera crean que por una victoria vamos a tirar fuegos artificiales".

El italiano terminó la reunión con un discurso en el que pidió un aplauso para unas cuantas personas: para Fernando Alonso "porque pocas veces he visto hacer tantos adelantamientos y con tan extraordinaria determinación desde el inicio de la carrera, hasta la bandera a cuadros"; para Felipe Massa, "pero no para animarle, como fue el caso al principio de temporada. Sino como una señal de confianza, porque sabe que contamos con él: debemos darle un coche mejor y más fiable, para que pueda alcanzar los resultados que serán buenos para su moral y para la clasificación de los dos campeonatos; para los mecánicos encargados de las paradas en boxes "porque han mejorado hasta el punto de ser la referencia para todos los equipos"; y el jefe de equipo, Stefano Domenicali porque "no ha eludido nunca sus responsabilidades, actuando siempre de pararrayos ante las críticas, protegiendo siempre a los suyos sin dejar de pedirles el máximo esfuerzo; sabe cómo construir un equipo y mirar hacia el futuro positivamente, con el punto justo de realismo. Se lo merece". Además, el presidente de Ferrari alentó al equipo para mejorar el coche y poder seguir luchando por ser campeones esta año.