El director de operaciones de McLaren, Simon Roberts, ha confesado que necesitaron hacer un gran esfuerzo esta Navidad en Woking para poder cumplir los nuevos plazos que fija un calendario tan apretado como es el de 2016.

"¡Nuestro programa de construcción no estaba preparado para esto!", asegura Roberts para la web de McLaren. "Sabíamos que teníamos un problema que resolver. En términos de capacidad de diseño e ingeniería es un ejercicio relativamente sencillo de resolver, hay menos tiempo para hacer el trabajo, así que todo el mundo tiene que trabajar más duro", reconoce Roberts.

"El programa de construcción está en un momento crítico. Tiene que pasar todos los crash test de la FIA y estar listo para la primera jornada de test. En esta situación, uno no puede simplemente volver a planificarlo todo, es necesario hacer algo diferente", señala.

Los equipos tuvieron que esperar hasta principios de diciembre para que la FIA aprobase oficialmente el nuevo calendario de 2016, lo que obligó a McLaren a aumentar el esfuerzo en un período de tiempo más corto. "En términos simples, establecimos unos ocho turnos de trabajo en el programa durante un período de cinco días. En total, había cerca de 110 personas que participaban y cuidaban de nuestros trabajadores en Navidad y que formaban un paquete muy competitivo. Tuvimos una muy buena respuesta por parte de todos, y la gente parecía disfrutar también. Era un poco raro, la gente no podía disponer de mucho tiempo libre, pero había un buen espíritu. Todos sabían por qué estaban haciendo eso, y realmente lo aceptaron", explica Roberts.

"Ese trabajo significó que, una vez volvimos en Año Nuevo, estábamos dentro de los plazos. Fue un esfuerzo increíble", reconoce el director de Operaciones del equipo inglés.

McLaren lanzará su MP4-31 el 21 de febrero, es decir, un día antes del inicio de los test de pretemporada. Aunque la mayoría de los equipos parecen haberse adaptado al nuevo calendario, Sauber confirmó este lunes que su nuevo monoplaza no participará en los primeros test en Barcelona ya que no querían comprometer el desarrollo del nuevo C35.