Si algo ha quedado evidenciado esta temporada, es que los contratos en Red Bull son, cuanto menos, extremadamente complejos. Se ha podido comprobar con las dificultades para la liberación, de forma absoluta o en forma de cesión, de Carlos Sainz, y se comprueba ahora, cuando Red Bull anuncia de forma inesperada la renovación de Max Verstappen hasta 2020, cuando, en palabras de Horner, tanto Max como Daniel tenían contrato a largo plazo con el equipo de la bebida energética.

De esta manera, se prolonga una relación que comenzó en el verano de 2014, cuando Red Bull le incorporó a su programa de jóvenes pilotos siendo el primer año de Verstappen en monoplazas, siendo más llamativo cuando a final de año le confirmaron como piloto oficial de Toro Rosso para 2015 e incluso pudo estrenarse en sesiones de entrenamientos libres.

Max debutó con Toro Rosso, permaneciendo en el equipo poco más de un año para saltar ya iniciada la temporada 2016 al equipo Red Bull, dando la campanada al convertirse en el piloto más joven en ganar una carrera precisamente en su debut con el equipo. Desde entonces Max no ha dejado de sorprender con sus actuaciones y su velocidad, siendo objeto de deseo de todos los equipos de la parrilla.

Quizás por eso en Red Bull han precipitado una renovación, y tal y como ha dicho Horner, extensión de contrato. El mismo Horner ha querido destacar la ética de Max, así como su forma de trabajar tan comprometida y su madurez. Seguros de sus futuros éxitos, Red Bull quiere construir el futuro de su equipo en torno al neerlandés.

Por su parte, Verstappen ha querido agradecer la confianza y fe que Red Bull siempre ha tenido en él; “Estoy muy feliz de comprometerme más con Red Bull Racing y espero trabajar juntos para disfrutar de más éxitos en los próximos años.”