Atrapado en una espiral negativa desde el inicio de la temporada, el pobre rendimiento del paulista había disparado las especulaciones en torno a su hipotética salida de Ferrari, y muchos ya apuntaron antes de la cita del Principado que Massa se jugaba su asiento ante los quitamiedos de Mónaco.

Pero en ese legendario trazado, el brasileño pareció cambiar la marcha. "Me gustó mucho el coche allí. Funcionó del modo adecuado para adaptarse a mi estilo de pilotaje, y espero que esta tendencia positiva continúe, empezando con la carrera de Canadá y hasta el final del campeonato”, aseguró el piloto de 31 años este martes.

De hecho, Mónaco fue un punto de inflexión tan grande para la temporada del ferrarista que su equipo de ingenieros, liderado por el británico Rob Smedley, tiene la intención de utilizar el setup del coche de Mónaco como base para este fin de semana, a pesar las largas rectas –en oposición a las estrecheces del Principado– del circuito que alberga el GP de Canadá.

En este sentido, Massa admitió que "el setup requerido para Mónaco es muy diferente al de otras pistas", pero precisó: "Aunque se trata de un circuito único, al menos podemos seguir la dirección que tomamos allí y hacer que funcione en otros circuitos". A lo que añadió: "Puede que no sea una situación normal, pero tal vez sea la mejor dirección para hacer que el F2012 funcione para mí".

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