La vuelta de la Fórmula 1 a Austria el año pasado supuso un rotundo éxito con 95.000 espectadores en las gradas. Sin embargo, una vez pasada la emocionante vuelta y después de lo que vieron los espectadores que se acercaron al circuito, solo se esperan entre 60.000 y 70.000 aficionados en la edición de 2015, lo que ha despertado las críticas de Helmut Marko, quien señala el dominio de Mercedes como el principal culpable.

"Es la situación normal de la Fórmula 1", ha apuntado Marko. "Tenemos este dominio increÌble de Mercedes que elimina cualquier tensión".

Además, señala que los coches no son ni "espectaculares, ni ruidosos", lo que tampoco ayuda: "Todo el mundo habla mucho y hace muy poco. Todo el mundo piensa más en cómo aumentar su propia ventaja que en hacer mejor el deporte", ha insistido.