Las propuestas de Liberty Media que tienen como objetivo controlar los costes en la Fórmula 1 están atrayendo la atención de nuevos fabricantes y también a antiguos equipos. Las tres escuderías que entraron en la categoría en 2010 confiando en la promesa de la introducción de un tope presupuestario que nunca llegó tuvieron que cesar sus actividades debido a razones financieras. La estructura que más tiempo sobrevivió fue Manor, la cual se mantuvo en Fórmula 1 hasta finales de 2016.

El equipo compite actualmente en el Mundial de Resistencia (WEC) y, tras su periplo por LMP2, dará el salto a la categoría LMP1 para la ‘súpertemporada’ 2018/19 con un chasis de Ginetta. A pesar de este movimiento, la estructura mantiene un ojo puesto en los cambios que se están realizando en la Fórmula 1 para valorar un posible regreso en caso de que finalmente se apruebe la introducción de un tope presupuestario.

“Si nada cambia y no hay límite presupuestario o los costes se mantienen, entonces no podemos volver porque es imposible competir contra los grandes equipos. Pero hemos escuchado que la FIA y Liberty están trabajando en reducir los costes de los equipos privados. En ese caso, estamos interesados en volver. John Booth y yo tenemos asuntos pendientes en Fórmula 1, declaró Graeme Lowdon a la publicación finesa Turun Sanomat.

Manor se convirtió en el único equipo de la generación del 2010 que tuvo una evolución significativa desde su entrada y llegó a competir con equipos de zona media al invertir en 2016 en un motor Mercedes y apostar por un monoplaza de baja carga aerodinámica. Estas características permitieron a la estructura tener ventaja en circuitos rápidos y pudo sumar un punto en Austria que le mantuvo por delante de Sauber hasta Brasil, situación que dejó al equipo fuera del premio monetario de la FOM y terminó con su trayectoria en Fórmula 1.