Como en muchas disciplinas de élite, con un gran seguimiento en prensa y derechos televisivos vendidos por precios estratosféricos, sus protagonistas, en este caso, los pilotos, adquieren ciertos compromisos con la prensa, hasta el punto que durante el fin de semana son cuantiosas las veces que un piloto debe atender a la prensa, del jueves al domingo, y todas ellas obligado.

Dicha atención a prensa se hace especialmente dura en momentos complicados, esos momentos de furia o profunda frustración, bien provocados por un fallo mecánico, un accidente o una sanción, y potenciados cuando estos suponen perder una victoria o podio que tenías en la mano o como en el caso de este fin de semana, perder las opciones a conquistar un título de campeón que a principio de temporada parecía accesible.

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Previamente, en el Gran Premio de Azerbaiyán, Max Verstappen se marchó del circuito sin hacer declaraciones cuando su unidad de potencia se rompió estando en condiciones de ganar una carrera que finalmente se llevó Ricciardo. Este plante le costó al neerlandés 25.000€ de multa. En Ferrari tomaron buena nota de esto, y rizaron el rizo en búsqueda de no atender a la prensa sin llevarse sanción.

Para ello, Ferrari usó una zona distinta a la habitual, un corralito donde se reúne la prensa y los pilotos van pasando de medio en medio. Los de Maranello atendieron a la prensa en la parte trasera del box, donde obviamente solo estaban esperando los medios que habían sido avisados al respecto, un medio alemán y otro italiano de confianza.

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Al haber atendido a la prensa, Vettel cumplió con su obligación, pero incumplió el acuerdo verbal con el resto de la prensa por el cual los pilotos acuden al corralito. Esto molestó ampliamente a la prensa internacional presente en Suzuka, que esperaba impaciente la comparecencia del alemán para atender a la demanda de los aficionados.

La situación se volvió incluso más incómoda cuando uno tras otro la prensa pedía explicaciones a la responsable de comunicación, Britta Roeske, que entre lágrimas se excusaba afirmando que había sido una decisión de Ferrari en la que no se la había tenido en cuenta. Ciertos medios, amenazaron con elevar la queja a la FOM, por lo que quizás el tema aún dará que hablar.