Tras la pausa tras el Gran Premio de Hungría, la Fórmula 1 vuelve a la actividad por la puerta grande, en uno de los circuitos de mayor historial y complejidad, un auténtico templo de los motores, en el que todo piloto desea la gloria. Spa-Francorchamps: cuyo dibujo es además el de mayor longitud del calendario, marca este fin de semana el inicio de la segunda parte de la temporada, con el venezolano Pastor Maldonado dispuesto a retomar la senda de los puntos ante un asfalto que le ha visto ganar en diversas ocasiones y categorías.

"Spa es un trazado que supone un reto: es un recorrido muy largo y representa todo un desafío para la puesta a punto. Algunas veces, la mejor configuración para una vuelta rápida no es la mejor para la carrera: se facilita el adelantamiento en las rectas, así que un coche rápido en esta circunstancias y un poco más lento en las curvas funcionaría mejor. Nuestro coche ha demostrado este año ser rápido en las rectas y esto nos será muy útil este fin de semana", comenta el de Lotus, que llegará mañana al trazado.

El de Maracay viene de una accidentada carrera en Hungría, en la que fue penalizado en numerosas ocasiones. Una de ellas le desplazó del puesto 13º al 14º. "Fue una carrera complicada para muchos pilotos, pasó de todo: nuestra estrategia venía bien y teníamos lo necesario para lograr puntos. Ahora la mente está puesta en Spa", añade el compañero de Romain Grosjean.

El legendario trazado es uno de los favoritos de Maldonado: "Es muy técnico, con varios niveles: subidas, bajadas, curvas mixtas y algunas de ellas ciegas, lo que le convierte en el escenario más completo del año. Las sensaciones que como piloto experimentas en curvas como Eau Rouge, Raidillion, Pouhon y Blanchimont son algo único e irrepetible. Además, la lluvia es casi un participante más: pasas de seco a lluvia en segundos y en sectores distintos, por lo que tienes ante ti una de las pistas más complicadas para la puesta a punto de los coches", agrega.

En 2011, cuando pilotó por vez primera un F1 en este templo del automovilismo, Pastor honró su historial dorado en Spa, al conseguir su primer punto en la categoría reina. Partiendo desde la posición 21º, con el discreto FW33, remontó hasta once puestos para acabar décimo.

Además. consiguió en Spa-Francorchamps 2010 doble récord: el de mayor cantidad de triunfos en una temporada de GP2 unido al de seis victorias consecutivas, hecho que le aseguró la corona de ese año. En 2004, cuando ganó el título de la Fórmula Renault 2000 italiana, Pastor consiguió su primer triunfo sobre el legendario circuito belga al encabezar un pelotón de 32 autos.

Por otro lado, en la World Series 2006, se impuso de punta a punta con la vuelta más rápida y la Pole Position. Al año siguiente, su lesión de clavícula le impidió participar pero en 2008 volvió por partida doble, con victorias en la Euroseries 3000 y en la penúltima fecha de la GP2, al batir en su propia casa al belga Jerome D'Ambrosio con un adelantamiento en la curva Eau Rouge durante la última vuelta.