La era híbrida de la Fórmula 1 ha estado caracterizada por un total dominio de Mercedes en el ámbito de las victorias. Pero tristemente, también ha existido un dominio en los podios, acaparados por Mercedes, Ferrari y Red Bull, con alguna extraña aparición de Williams o Force India. Además, estos equipos han conseguido una ventaja excesiva con el resto de los competidores, jugando claramente en una liga diferente.

Esto deja a unos 14 pilotos que salen a cada carrera siendo conscientes de que lo máximo a lo que aspiran en condiciones normales es a la séptima posición, muy alejado incluso de un hipotético y motivador podio. Por lo que no es de extrañar, que los pilotos busquen tretas con las que cambiar la lucha por una novena posición por algo apasionante.

En este sentido ha sido muy claro Kevin Magnussen. El danés confesaba en una entrevista para Autosport el haber creado un campeonato totalmente paralelo. “He creado otro campeonato en mi cabeza. Sé que no existe, pero es algo que me sirve para motivarme. No me interesan los tres equipos de arriba, no me preocupan, pero nos queda una disputa con los dos o tres equipos de mitad de parrilla y es algo que quiero ganar.”

“Durante mi paso por la Fórmula 1, nunca he tenido emociones similares a una victoria. Incluso cuando terminé tercero y luego me dieron el segundo por la descalificación de Ricciardo en Australia, tampoco tuve esas emociones, solo fue un tercer puesto. Ahora puedo concentrarme en este campeonato que he creado en mi mente, y cuando supero al resto, vivo las mismas emociones que cuando ganaba.”, aseguraba el de Haas.

En este campeonato paralelo de Magnussen, el piloto mantiene una dura lucha por el liderato contra Nico Hülkenberg, que tiene 52 puntos por los 45 del de Haas. El danés llega motivado a Spa-Francorchamps tras haber adelantado a Fernando Alonso en la clasificación general por un solo punto, a pesar de que como confesaba el piloto, tener el mejor coche de la parte media.