Mercedes abrió el camino al inicio de la presente campaña con un diseño radical de sus alerones que permitía multiplicar el efecto del DRS, a fin de conseguir una mayor velocidad punta en las rectas. Posteriormente, en el GP de China, el equipo Lotus presentó una queja formal, rechazada por los comisarios de carrera al considerar éstos que el concepto no violaba la normativa.

A pesar de la decisión negativa para sus intereses, y quizás por ello, el equipo de Enstone continuó desarrollando su propia versión del Doble DRS, que fue probada durante los entrenamientos del GP de Alemania y que se espera que esté completamente lista para la carrera de Bélgica, dentro de un mes. Otros equipos han preferido no entrar en lo que creen que podría convertirse en una costosa carrera evolutiva.

Aunque Mercedes no ha apoyado el cambio normativo, al haber trabajado en esta área desde hace meses, tampoco ha podido evitar su prohibición, dado que sólo se necesita el acuerdo de una mayoría de las escuderías y no su unanimidad. Se espera que las novedades en la reglamentación sean confirmadas y oficializar por el Consejo Mundial del Motor de la FIA a finales de año.

Ante las quejas de los demás equipos por el, a su juicio, excesivo coste del sistema, el jefe de Mercedes, Ross Brawn, siempre defendió la efectividad de la inversión: "La gente habla mucho sobre el enorme coste, pero realmente no es tan caro. Todos sabéis que hay un par de tubos de carbono por debajo del coche, y el hombre de la calle te dirá que cuestan unos cuantos miles de euros, no millones".