El Gran Premio de Mónaco se torció para Lewis Hamilton durante la jornada del sábado. El piloto británico no fue capaz de hacer una vuelta buena a tiempo y se quedó en la Q2, por lo que comenzó la carrera desde el 13º puesto de la parrilla. Hamilton no pudo recuperar posiciones en la arrancada y solo pudo esperar a que hubiera incidentes en la parte delantera, lo cual no sucedió.

Por ello, en Mercedes decidieron mantener a Hamilton en pista y alargar su parada para tener un margen suficiente que le permitiera superar a otros pilotos que ya habían entrado en boxes. La estrategia resultó ser un éxito ya que el británico se reincorporó en séptima posición. Tras el coche de seguridad, Hamilton intentó superar a Carlos Sainz por el sexto lugar pero no le fue posible.

Con este séptimo puesto, Hamilton salvó los muebles en un domingo que se había vuelto muy complicado tras quedarse fuera de la Q3. Este séptimo puesto le sirvió para sumar unos puntos que pueden ser muy importantes para la lucha por el campeonato del mundo en caso de que Sebastian Vettel abandone en alguna carrera, pero Hamilton no puede permitirse cometer más errores si quiere aspirar a derrotar al alemán.