Charles Leclerc se ha convertido en una de las sensaciones de la temporada. Aunque el talento del piloto monegasco ya era indiscutible antes de su aterrizaje en la Fórmula 1, el del Sauber está mostrando su mejor versión, poniendo al equipo suizo por encima de sus posibilidades.

Leclerc arrancó con dudas en Australia. El joven piloto pidió tiempo para adaptarse a la competición y a su nuevo monoplaza; y vaya si lo ha hecho. La racha arrancó en Azerbaiyán, donde Charles maximizó sus posibilidades y las circunstancias de carrera para terminar sexto. En España volvería a puntuar con una décima posición. La buena tendencia se rompió en Mónaco, cuando su Sauber sufrió un problema de frenos que le dejó fuera de carrera tras accidentarse con Brendon Hartley.

Desde entonces, Leclerc ha sumado otros dos décimos puestos; el último, este fin de semana, en el Gran Premio de Francia. El monegasco consiguió defenderse en la zona de puntos para recuperar el último para su equipo. Aun así, pese a su excelente actuación, Leclerc reconoció no estar del todo satisfecho con el resultado. “Estoy contento pero siempre soy duro conmigo mismo. Estoy un poco decepcionado. En un momento estaba alcanzando a Kevin y llegamos a la zona de DRS. Quería hacer el mejor primer sector para acercarme lo máximo posible y buscar el adelantamiento pero perdí el coche en la curva 2. Después perdí la posición con Nico que volvió a irse debido a este pequeño error”, reconoció Leclerc.

Pese a todo, la realidad es que el piloto de Sauber ha entrado en zona de puntos en cuatro de las últimas cinco carreras; algo que no entraba en ningún guion teniendo en cuenta que hablamos de la, teóricamente, peor escudería de la parrilla. Leclerc ha sumado 11 de los 13 puntos que llevan esta temporada.