Charles Leclerc afronta en Mónaco su carrera más emocionante de la temporada y, posiblemente, de lo que lleva de vida. El piloto de Alfa Romeo Sauber corre en casa, ante su público, y por ello muestra una enorme emoción a pocos días de que la F1 eche a rodar por las calles del Principado.

“Siento muchas emociones con mi primer Gran Premio de Mónaco. He soñado con ser parte de esta carrera desde que era niño y es increíble que este sueño finalmente se haga realidad”, explica un emocionado Leclerc. “Sería bueno tener a mis amigos y familiares para apoyarme y espero compartir ese momento tan especial con todos los monegascos, añade.

El piloto de 20 años es uno de los últimos grandes talentos del automovilismo. Los focos han estado pendientes de su progreso desde su debut en Australia, y eso que arrancó con timidez, aunque en las últimas carreras ha logrando grandes resultados: sexto (Azerbaiyán) y décimo (España); resultados que, ni mucho menos, conseguiría Sauber en condiciones normales.

Leclerc quiere continuar con la racha positiva en un circuito del que no guarda grandes recuerdos de 2017. Abandonó en las dos carreras de Fórmula 2 del año pasado. Curiosamente, fueron dos de los tres abandonos que protagonizó en una temporada en la que barrió a todos sus rivales.

“Pilotar en circuitos urbanos es algo que siempre disfruto y me encanta el desafío que plantea como piloto. Aunque conozco bien la ciudad, para mi será una experiencia totalmente nueva pilotar en las calles de Montecarlo con un coche de F1. Espero obtener una perspectiva diferente de mi ciudad natal. Será un fin de semana inolvidable y no veo la hora de que comience”, concluye.