Justo antes de que este deporte se vaya de vacaciones hasta el próximo Gran Premio en Spa, el presidente no ejecutivo de Mercedes, Niki Lauda, ha decidido pronunciarse sobre la crisis real de la Fórmula 1, que insiste que no se encuentra en que el deporte ensordezca más o menos a sus seguidores sino en que las entradas son muy caras, así se pudo comprobar en Hockenheim, y como consecuencia, muchos asientos quedan sin ocupar. Aunque desde esta escudería se comprometieron ya con Bernie Ecclestone a aumentar el sonido del Gran Circo, Lauda analiza el centro del problema, que es otro muy diferente.

"Está el bajo sonido de los motores. En Mercedes, hemos prometido a Ecclestone otro intento de una solución para subir el volumen. Pero la crisis real es otra cosa. Los jóvenes de hoy en día quieren estar en la playa con los amigos y ver los grandes premios en su ipad. Tampoco ven a los pilotos como sus héroes. Esto no es fácil de solucionar", explicó Lauda.

Esta semana tendrán lugar algunas reuniones de tremenda importancia para decidir el futuro del deporte, entre ellas la del nuevo "grupo de trabajo de popularidad", supuestamente dirigido por Flavio Briatore. Lauda, que duda que el deporte necesite al protagonista del "crash-gate" para resolver sus carencias, expone que en el caso de Hockenheim, "era culpa de los organizadores" que, según él, no habían promocionado la carrera lo suficiente y que estaban vendiendo las entradas a precios muy altos.

"En Austria, Dietrich Mateschitz adoptó una estrategia que conozco, bajar los precios para no tener asientos vacíos y precios caros", aseguró el austríaco para la publicación italiana La Gazzetta dello Sport.

Este ex piloto, conocedor de la época dorada del deporte, añade que espera que el anuncio de la menor involucración de la FIA en las carreras que supondrá, en su opinión, “menos penalizaciones estúpidas”, ayude a la F1 a renovar su atractivo.

"Hay demasiadas reglas. Si un rival pisa la línea blanca, su rival empieza a gritar por radio. Y luego hay límites de lo que pueden decir a los medios de comunicación y de los momentos en los que tienen que callarse. Estamos en ese punto", finalizó.