Lance Stroll dio mucho de qué hablar en 2017, en la que fue su primera temporada en Fórmula 1. Se cuestionaba si el piloto estaba suficientemente formado tras dar el salto directamente desde la Fórmula 3.

Su mal inicio de temporada alimentó a sus detractores, y es que al canadiense le costó mucho cazar puntos sobre un Williams FW40 que en manos de Massa era competitivo. Hubo que esperar hasta la séptima carrera del año, precisamente en Canadá, donde Lance finalizó noveno y donde también recibió críticas, en esta ocasión, por la desproporcionada celebración.

La sorpresa ocurriría en la siguiente prueba, donde una cita repleta de caos, Stroll apuntaba hacia la meta en segunda posición, si bien finalmente Valtteri Bottas le relegó al tercer puesto en la misma línea de meta. No le importó mucho, pues la alegría de conseguir el primer podio eclipsó todo lo demás.

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Aunque Stroll siempre recordará el circuito y aquél 2017, el canadiense no considera el circuito como talismán, y visto el rendimiento del Williams de esta temporada, más que pensar con un podio, se sueña con entrar en la zona de puntos. “Bakú fue mi primer podio en Fórmula 1. Fue algo que nunca olvidaré, una experiencia increíble de la que guardo buenos recuerdos. No solo es un gran circuito, también es una ciudad agradable que no había visitado nunca antes de mi visita el año pasado, pero donde definitivamente hay mucho que ver.”, aseguró Lance Stroll.

“La pista es muy espectacular para pilotar. Es una vuelta larga y muy técnica con un poco de todo. Al ser un circuito urbano repleto de muros, no hay lugar para el error.”, concluyó el canadiense, que tratará de romper una racha de cinco carreras sin puntuar y lograr el premio para Williams, único equipo este año que no ha sumado ningún punto en su casillero.