Desde luego lo del matrimonio entre McLaren-Honda y su vástago, el MP4-30H, resulta ya cansino, dado que la palabra 'evolución' no entra por ninguno de sus costados. Tampoco términos como avance, progreso o mejora. Que el monoplaza no rula en el 2015, a las claras está, es obvio hasta el aburrimiento. Sin embargo Fernando Alonso declaró recientemente: "No tengo miedo de que el coche del año próximo no esté a gran nivel". El asturiano confesaba seguidamente que de ser así, tendría "otro año de aprendizaje cara a la temporada 2017". Claro con este planteamiento, lógico por otra parte visto el percal motoril, la cosa podía alargarse temporada tras temporada, sin atisbo de éxito posible. Estaríamos por tanto en una situación parecida a aquel que agarrado a una farola dado su estado algo achispado, gritaba a todo pulmón: "¡María ábreme la puerta!". Cuando otro en su misma situación le ve, no hace más que decirle: "tú insiste, que arriba hay luz". ¡De chanza y chirigota vamos!

Siendo sinceros y ateniéndonos a la realidad más palmaria e incuestionable, si dijésemos que el tetracampeón del mundo, Sebastian Vettel y el tricampeón, Niki Lauda, no hacen buenas migas, gachas o sopas de ajo, es acertar al 100%. El joven alemán habló recientemente del experimentado austriaco en estos términos: "Niki no suele ser la mejor persona en la que confiar, pues cambia de opinión muy rápidamente". Lo jocoso es que todo arranca de unas declaraciones de Lauda, acerca de los grandes avances de Ferrari a lo largo de la temporada, en cuanto a ganancias de potencia, que en su opinión, les sitúan ya a la altura de los Mercedes, tesis avalada tanto por Valtteri Botas como por Jenson Button. Ambos coinciden en que la unidad de potencia de Maranello, puede haber encontrado hasta 100 CV, de ahí sus brillantes resultados según transcurrían los grandes premios. Veremos si Vettel considera lo declarado por estos dos compañeros de profesión confiable o no.

El grupo 'El último de la fila' versaba en una de sus letras: "Del templo a la taberna por entre los viñedos…". Pues en la Fórmula 1 vamos del motor marca blanca a otro alternativo para el 2017. Esta parece ser que fue la razón de la permanencia del equipo Red Bull para la próxima temporada 2016 en las parrillas del mundial. Dicen que la FIA ya abrió un proceso de licitación, para sopesar cuantos motoristas pudieran estar interesados. Los primeros nombres que se barajan son los de Ilmor y Cosworth. Mientras tanto, Helmut Marko confesó: "El año que viene será de transición para nosotros, ya que en el 2017 tendremos un motor alternativo". 'Herr Doctor' dijo contar con ello pues "Bernie Ecclestone y Jean Todt nos lo han asegurado", además de que serán más baratos que los complejos y actuales PU's. No es por nada, pero promesas de ese dúo muchas, aunque luego cumplirlas no tanto.

De todas formas y hasta el 23 de noviembre, una cantidad de tiempo mínima y escasa, se podrán presentar las solicitudes pertinentes para ser candidatos a tal menester. Las características que deberán tener y cumplir tales motores alternativos son bastante sencillas: peso total inferior a 135 kilogramos, V6 turbo o biturbo, con hasta 2.5 litros de cubicaje. El empuje máximo varía entre los 640 KW – 830 CV, pero podría bajarse en clasificación o carreras a solo 530 KW - 690 CV, una ECU estándar, sin límites de revoluciones, durabilidad y flujo de combustible. Y para rizar el rizo, es decir, el tirabuzón ¡nada de hybrid! ¡Nada de complejos sistemas tipo ERS, MGU, etc.! ¡El despiporre, el acabose, un motor, solo eso! ¡Encima con libertad en lo referente al sistema de escape! Yo tengo una teoría para este radical cambio, que pasa por la visita reciente de los de la FIA a Texas y México, lugar donde crece una planta que empieza por 'Pe', seguido de 'yo', más una infusión conocida como 'te'.

En la Fórmula 1, como en otras especialidades del deporte, del cine, de la música o del arte, han existido y existirán las sagas. Se puede discutir, y mucho, si el talento, la creatividad o las manos, se heredan o no. Opiniones para todos los gustos haylas, más de tratarlas sesudamente especialistas en la genética. Por tanto y de ceñirnos al caso de la cuatro ruedas, teorizaremos sobre la importancia de ser hijo de… expiloto. En este momento tenemos dos prometedores ejemplos para citar, el belga-holandés, Max Verstappen, y el español, Carlos Sainz Jr. Del talento de ambos, sobran las palabras, pues en las pistas del mundial ya han quedado plasmadas un buen ramillete de imágenes, a lo largo de la actual temporada. Otra cosa es opinar sobre sus progenitores, pues desde luego los logros de Carlos padre, dos campeonatos del mundo de rallyes y 26 victorias, en nada tienen que ver con las de Jos, poco o muy poco relevante en las especialidades motorísticas.

Cualquier aficionado a la gasolina inyectada en un bloque motor, sabe que el mismo juega un papel predominante en los resultados a conseguir. Ya sean dos o cuatro ruedas, más o menos anchas, el propulsor es una parte primordial y fundamental, para conseguir estar arriba, triunfar, ser campeón. El porcentaje ha podido variar a lo largo del tiempo de referirnos a la Fórmula 1, ya que no se puede comparar esa importancia en las décadas anteriores de equipararla con la actualidad. En mi opinión, sin excederme ni pasarme de frenada, quizás sea el 50% o más de las prestaciones totales del monoplaza. Luego nos podremos preguntar lo que hizo el expiloto Stefan Johansson, con respecto a las normas actuales que regulan esas cosas tan complejas llamadas unidades de potencia: "Si tu motor es tan malo con el de Honda, ¿qué haces?". Pues como diría alguien práctico y aficionado a la cocina, lo mismo que el pan sin sal, los dulces sin azúcar o la ensaladilla sin mahonesa, "ná de ná".

No solo el propulsor es un gran problema para los de Ron Dennis, ya que la cuestión financiera tampoco rumba nada boyante. Los monoplazas de la fórmula 1 se nutren de patrocinadores, entes que aportan muchos dólares o euros a sus presupuestos; en el quipo de Dennis, las pegatinas menguan año tras año. A la salida de grandes sponsors, como el Banco Santander-Abbey o Vodafone, les siguieron los germanos de Hugo Boss, tras años de feliz convivencia. Y como las cosas de ir mal, pueden incluso empeorar, 'Juán el andarín', véase, Johnnie Walker, tomará el sendero para recalar en la remozada escudería Aston Martin, ex-Force India. Para remate final la relojera TAG Heuer, después de 30 años en las carrocerías del equipo fundado por Bruce McLaren, se va a Red Bull ocupando a el hueco dejado por Casio. De hablar de cine en todo este asunto, la peli se titularía sin duda, "Solos en Woking", aunque no sé cómo estará la agenda artística de Macaulay Culkin.