Abu Dhabi significa textualmente "Imarat Abu Zabí o padre de las gacelas" en el idioma autóctono, el árabe, aunque allí se criaban camellos, caían dátiles de las palmeras y recolectaban perlas en sus aguas costeras. Fue brotar el petróleo, año 1970, y acabarse todo eso. Poseen casi el 10% de las reservas mundiales de crudo y el 5% de las de gas natural. Sol y arena, solo eso era Abu Dhabi hace 30 años. La superficie de este territorio en forma de “T”, y uno de los siete integrantes de los Emiratos Árabes Unidos, EAU, es de 67.340 km2, más o menos como la de Castilla-La Mancha. Está habitada por unos 950.000 aborígenes. La cifra de “importados” para servirles, puede superar los 2 millones. Su cifra de PIB representa al 15% del total de los EAU, unos 400.000 millones de dólares. Por tanto tocan a más de 70.000 dólares de media por habitante. Allí nada fabrican, y menos coches, así que los importan por cientos, normalmente de alta gama y lujosas marcas; por cierto la súper cotiza a unos 0.40 euros el litro, aunque se expende por galones, es decir, 4.5 litros.

Su bandera es extremadamente sencilla, predominando el rojo, que simboliza la sangre, pues acapara 5/6 de la enseña. Solo vemos el color blanco, signo de pureza, en el rectángulo de la parte superior izquierda junto al asta. No muestra escudo alguno. Como moneda, usan con soltura el Dírham, cuyo cambio con el euro a 5/1. Ahora las gentes van muy bien vestidas, con túnicas llamadas "Kandora", por supuesto blancas para ellos, mientras deben ser negras para ellas, “Abayas”. Unos de los platos más tradicionales allí, es la "Ma'louba" o paella árabe, compuesta de arroz, carne y vegetales, pero cocinada en una especie de olla; nada comparada con la que aquí preparamos siguiendo la tradicional receta valenciana. Croquetas de garbanzos, verduras y varios tipos de yogurt, completan la dieta. Imagino que de prepararles unos callos, un buen cocido o unas lentejas, con los 50º de temperatura que por allí gastan, cualquier cocinero sería deportado de inmediato a su país de origen.

Dejando de lado las cuestiones geográficas, de enseñas o costumbristas, los poetas siempre ensalzaron la mocedad, con aquello de "juventud divino tesoro". Pues llego Ecclestone con sus 84 inviernos y como siempre, nos chafó la lírica diciendo: "prefiero a los de 70, que esos tienen dinero por montones", pues compran exclusivos Rolex todos los días, tras sacar fajos de billetes de sitios como UBS. Curiosos fue no decir nada "de las de 70", pues vistas sus parejas "sentimentales", seguro que solo mentaba al género masculino. Ya puesto y con el traje de faena, comentó que a él "esas tonterías de la redes sociales", refiriéndose a Facebook y Twitter, pues le resbalan, le dan igual. No sólo eso, este señor desprecia absolutamente los medios de comunicación on-line y ya ha alertado a todos de su campaña contra las webs que informan sobre F1. La primera víctima ya ha caído y desgraciadamente es española.

En cuanto a los graves problemas financieros de Marussia y Caterham, los comparó con "las mujeres y sus gastos con las tarjetas de crédito". Que yo me pregunto que tendrá que ver un equipo de F1, con lo anterior. Mejor nada decir en referencia "al pobre chico" de Oscar Pistorius, pues eso da repelús.

Quien no ha escuchado alguna vez, ese cántico infantil que dice: “donde están las llaves, matarile, rile, rile, donde están las llaves matarile, rile, ron, chimpón”. En el caso de la F1, véase el kiosko de Bernie, habría que preguntarle: "¿ande está la pasta, en el fondo del mar … o en un fondo de inversión?". Ecclestone, que "parea" con lo anterior, presume de repartir equitativamente la guita entre todos los integrantes del espectáculo, pero unos lucen muy buen pelo, mientras otros, andan a dos velas e incluso a una y mu gastá. Y es que mientras los poderosos, Ferrari, Red Bull y ahora Mercedes, reciben sumas con varios ceros, los de la tabla media/baja, ven cifras que no les llegan ni para pagar las baterías de los nuevos power unit. Así mientras RBR el año pasado pudo ingresar más de 125-130 millones de euros de parte de la CVC Capital Partners / FOM, otros como Williams no llegaron a los 40 millones de euros. Además se rumorea que los de Maranello gozan de un estatus especial, con un 2.5% extra, procedente de la recaudación total del tenderete cada año.

Para colmo, y lejos de poder siquiera fantasear, soñar con que todo este despropósito pudiera cambiar de una vez, más que nada por cuestiones "naturales", de perennidad, olvidarse ya mismo muchachada. Resulta que Mister E, en una aparición televisiva, espetó esta sentencia: "El único motivo que me puede hacer dejar la fórmula 1 será un ataúd". Si saber esto, es ya de por si desmoralizador, el escucharle largar que "no le gusta la democracia", dado que ese sistema es para los que deben trabajar en grupo, pues "paty & difuso" te quedas. La consumación de toda esta pila de dislates llegó con "las cosas deben ser así y ya está". A eso lo llamaban antiguamente, cesarismo o tiranía, luego, en los siglos XVIII y XIX, absolutismo, para luego pasar a ser conocido como totalitarismo, despotismo o sencillamente, un rancio y añejo caciquismo.

Luego supimos por boca de Toto Wolff, que lo serio y las restricciones van de la mano, que lo prudente es dejar las cosas como están, en relación a los nuevos propulsores híbridos. Resulta que a Mercedes Motorsport todo le rueda sobre hojuelas, con miel o sin ella. Entonces Wolff concluye y luego afirma: ¿para qué hacer cambios? ¿Pero si resultarían carísimos, ruinosos? La respuesta es fácil y sencilla, sobre todo para los otros dos fabricantes, Renault y Ferrari al que sumar Honda para el 2015, de engines V6 Turbo: ponerse a la altura de las balas plateadas. Con ello mejorarían sus ingenios impulsores para unas mayores prestaciones, que redundarían en una creciente competencia entre todos, en carreras más vistosas. En cuanto al dinero, y una vez embarcados en esta locura de complejísimos sistemas híbridos, más caros que una fregoneta llena de jamones "3J", pues "de perdidos al rio … o mejor al túnel de La Engaña", que es largo y muy oscuro, con más de 7 kilómetros de longitud.

Pese a quien le pese, que será mucho y con un ojo medio cerrado, aficionados de todas las edades, pusieron unas cuantas pound, casi 2 millones de ellas, para hacer posible que el team Caterham pueda estar presente en la última carrera del año. Ahora le toca el turno de asignar los dos volantes disponibles para ello. El primero fue prontamente confirmado, al nipón Kamui Kobayashi, quien precisamente acudió a la misma fórmula, el crowdfunding, para dicen, obtener 6 millones de dólares y pilotar unos de los bólidos verdes en la mayor parte de la temporada actual. Para el segundo, la lista de posibles es larga. Ericsson se desligó del equipo tras fichar por Sauber, seguidos de Robin Frijns, actual test driver de la escudería y Jolyon Palmer, el vigente campeón de la GP2, estos dos últimos por falta de guita para poder pujar. A la espera quedan por tanto, André Lotterer, Roberto Merhi y no sé si un tal Rubinho andará aún con posibilidades y quién sabe si alguna que otra sorpresa.

McLaren mantendrá el suspense, deshojará la margarita, consultará al oráculo, en relación al anuncio de su alineación de pilotos cara al año 2015, hasta al menos, los primeros días del mes de Diciembre. Según fuentes emanadas desde Woking, necesitan concentrarse en el desarrollo en pista de su nuevo bólido, el MP4-29H con propulsor Honda, hasta superar los test que se celebrarán tras la carrera de Abu Dhabi. Y aunque vea en esta decisión cierta lógica, cara a la afición española, solo podría calificarla de manera un tanto “Almodovariana”, es decir, "Al borde de un ataque de nervios". Efectivamente, así anda gran parte de la hinchada, de los adeptos al piloto español, primeramente vestidos de color azul, luego plata, pasando al naranja-amarillo y finalmente de rojo. No sé si también tendrá algo que ver en esto, el manifiesto "cariño y simpatía" que siente Ron Dennis por todo lo spanish.

Y siguiendo con el hilo anterior, como si fuesen anillos de humo, cantaba hace tiempo la Montiel aquello de, "fumando espero, al hombre a quien yo quiero". Pues la situación de Sebastian Vettel, es del todo opuesta a la de Sara. El mozuelo de Heppenheim anhela una marcha, una partida, una mudanza inmediata de un bicampeón mundial, cuyo origen se sitúa en una verde región española, famosa por un plato llamado fabada. Y como esta no se produzca pronto y tenga que seguir a la espera, dándole quizás al tabaco, la Philip Morris le nombra seguro director de ventas, antes de que pueda anunciar su fichaje por la escudería dil Cavallino. Para rebajar un poco la tensión acumulada, Seb dijo que las cosas son como son, que de culpabilidades ninguna, aunque yo eché a faltar esto: clausulas contractuales. Me refiero a los acuerdos que unen dos o más partes. Por ejemplo en la F1, al piloto con su equipo, al equipo con sus patrocinadores, a los esponsors con el piloto, etc.