"Changes", fue un enorme tema compuesto por el grupo "Imagination" en el año 1982, un llamado entonces rompepistas. También aplicables a las del disco de vinilo correspondiente de tanto ponerlo en el plato del tocata, pues había música, y de la buena, antes de los CD's, MP's y Smartphone’s de hoy. Con respecto a los nuevos escenarios tan cacareados, tan prometidos para el gran premio de Bélgica, ná de ná, agua de borrajas, sopicaldo, pues todo tuvo un guión parecido, idénticos protagonistas, igual sordina, salvo ver a Hamilton tratar de remontar. Lo único un tanto sorprendente, fue el anuncio de la llegada de un tierno pipiolo de solo 17 años para la temporada 2015 a Toro Rosso, Max Verstappen, y por el contrario el inmediato arribo de André Lotterer, de casi 33 tacos a Caterham, desplazando al frustrado samurái, Kamui Kobayashi.

Hablando de este equipo bajo la bandera de un país lejano, Malasia, y una vez atracado en él, todo el equipo patroneado por el transilvano Colin Kolles, se abrió a la feria, el zoco, el descarado mercadeo por el segundo asiento hasta final de temporada. El otro no está en venta, pues dicen que Marcus Ericsson inyectó una importante cantidad de parné, para tenerlo en propiedad hasta la conclusión del año. Como toda moneda tiene cara y también cruz, dos jóvenes pilotos españoles podrían optar a subirse a este bólido antes de finalizar el año; Carlos Sainz Jr. en el próximo GP de Italia, bajo tutela directa de Red Bull y Roberto Merhi con una importante cantidad de rublos de inversores de una extensa nación.

Marco Mattiacci cree haber localizado la falla, el lugar de ruptura por donde la Scuderia dil Cavallino pierde fuelle, por donde deja de carburar; en cuatro palabras: "Cultura de departamentos separados". Así que se ha propuesto arrejuntarlo todo, a manera de una ristra de buenas salchichas, de las naturales, las de carnicero, todo seguido, una tras otra. "Tenemos que afrontar riesgos" dijo, para añadir "Así Ferrari parecerá diferente. Todo el mundo es responsable del coche en la misma medida. Y la historia dirá si ha mejorado". Claro que esto último es algo tramposillo, pues me pregunto si esa valoración histórica será para dentro de un año, un lustro, una década o un siglo, ya que entonces seguro, pero seguro, todos calvos e indemnes.

Resulta que la realidad suele ser testaruda y corre al hilo de "obras son amores y no buenas pretensiones". Así en Spa vimos como el coche de Alonso se negaba a ponerse en marcha a tiempo sobre la parrilla, penalizando cinco segundos y perdiendo la oportunidad de un posible podio. Se habló de un problema en la batería del coche, algo poco usual que falle y más en el momento en que se produjo. Además tras una gran carrera de Raikkonen, que llegó a rodar en segunda posición, quizás la estrategia desde los boxes no estuvo al nivel exigido en una escudería del presupuesto de Ferrari. Por tanto a Mattiacci le queda"bota, botijo, porrón y merienda", para poner orden dentro del organigrama del equipo, aún siendo permeable entre los departamentos, pues el guirigay es visible y patente dentro de la Scuderia.

Nadie podrá discutir de la sapiencia y el conocimiento sobre la Fórmula 1, de un tricampeón del mundo del empaque y la talla de Sir Jackie Stewart. Desde luego estoy convencido que nada le mueve, en cuanto a intereses espurios para declarar lo siguiente: "En la parrilla hay 22 pilotos, tal vez seis sean realmente buenos, tres excepcionales, pero solo uno es verdaderamente un genio. Así que si tengo que elegir al piloto más completo, diría que es Alonso". Sé que esta afirmación puede ser compartida o no, que para gustos, están los colores y que cada uno de ellos depende de algo llamado longitud de onda. Además, las tonalidades de estos se clasifican en primarias, secundarias, intermedias, frías, cálidas, apagadas y pastel. Desde luego algo muy parecido, a la posible adjetivación de algunos 'drivers' actuales.

Al igual que los tiburones huelen la sangre, dicen que a decenas de kilómetros, Eddie Jordan sabe"olerse la empaná", en este caso la mental, en la dirección de un equipo y en este caso la de Mercedes a mucha más distancia. Es cierto que Nico Rosberg pecó de un exceso de precipitación a la hora de intentar rebasar a Hamilton en el giro dos y encima en la zona de Les Combes. Pero de eso a decir que "Este accidente es sinónimo de guerra, así que esta ya ha podido comenzar"... Eddie sabe bien que esto en la Fórmula 1 ha pasado, pasa y pasará, mientras dos pilotos tengan un coche muy competitivo, sin que el equipo designe claramente a quien corresponde el número 1 y el 2.

Rematando lo anterior, ya cantaba Karina hace mucho, pero que mucho tiempo, aquello de "Aquí está, viene y va tan feliz". Desde luego en el seno de las fechas plateadas, que no son las de amor como en la canción, la cosa no rumba igual. Así mientras Niki Lauda cree que "Lewis no tuvo la culpa en absoluto", ergo entonces la tuvo el otro, el rubiajo de Nico, Toto Wolff guarda silencio, sigilo, se reserva su opinión. Rosberg en su descargo, colgó un video dando su "visión diferente de lo ocurrido". Para colofón agitador, que mejor que lo añadido por Felipe Massa, que mete baza en todo tipo de temas, pidiendo una "penalización para Nico". Pues tras lo dicho por el brasileiro, solo me cabe añadir: "en casa del herrero … cubertería de plástico".

Imagino que será por el bochorno estival, por la canícula diaria, por la 'caló veraniega', que parece que pueda deshelar hasta los témpanos de hielo. Pues yo veo a Iceman algo mas 'entonao', más dispuesto a la sonrisa dentro de la pista, la de asfalto. Como recordaréis no hace muchas fechas, era más que pesimista con el hierro rojo que conduce junto a Fernando, pues dejó claro que hasta el 2015 no llegarían las victorias, los buenos resultados. Tras su gran carrera de Spa Francorchamps, un circuito rodeado de multitud de piceas, Kimi nos contó esto: "Poco a poco, cada vez estamos más fuertes. No solo es el motor y la electrónica, es el paquete". ¿Veis como el fumar no es tan malo como dicen?

Una vez confirmada la separación definitiva, al 100%, de Martin Whitmarsh de la escudería McLaren, Ron Dennis ha quedado como dueño y señor del cotarro, jefe de los jefes. Es tan jefe supremo, que no necesita ni vestir el atuendo del equipo, así que puede ir de sano, de paisano o como le plazca. Como la felicidad no puede ser total, anda deshojando la margarita para elegir a los dos pilotos del año que viene, si es que vienen los que él pretende. Me da que uno de iniciales FA, va a ser que no, por cuestiones más que obvias, de jugarretas pasadas. Así que todo anda entre nombres como Kevin, Jenson, Stoffel o Sebastian, este último, caso de salir de Red Bull.

No creo que Mark Webber, por su calmada forma de ser, se alegre de ver cómo le marchan las cosas a Sebastian Vettel. Mira que el principio de temporada fue desastroso, aunque tras Hungría, las cosas parecen pintarle algo mejor, pues poco a poco va remontando. Con todo, el baño que le está dando Daniel Ricciardo es evidente, palmario y nítido, casi tanto como las fotos estelares procedentes de la ISS, la International Space Station de la NASA. Lo que deja a las claras es que nadie, repito, nadie, es capaz de conseguir el dominio visto a manos del alemán durante cuatro temporadas, sin un maquinón, un coche fiable, rápido, estable, solvente en los momentos difíciles, apoyado además por el equipo al ciento por ciento y aún más, sin ambages, sin interrupciones, toda la temporada, los 365 días del año.

Así pues, esto es lo más curioso visto en este Hotel de los líos tras Spa. Las próximas semanas van a ser emocionantes, los problemas con la falta de ruido en los monoplazas, con la carencia de público, con los litigios contra Ecclestone, todo ha pasado a un segundo plano y ahora la atención está en lo deportivo, en la lucha entre dos pilotos en la pista, cosas de otro tiempo. ¿Igual no ha resultado tan mal el cambio de reglas? "Changes", ya lo decía "Imagination".

La semana que vivimos "peligrosamente": Hacia Bélgica en ruta de colisión con un mito