Parr aseguró este mes: "No me imagino hacienda otra cosa", mientras que el propio Frank Williams dijo que él que era su "sucesor natural", después de que el veterano jefe de equipo abandonara su puesto a principios de año. Por eso, la reciente dimisión de Parr ha pillado por sorpresa a muchos expertos, y se ha achacado al Pacto de la Concordia firmado por Williams con el jefe de la Fórmula 1, Ecclestone.

Algunos medios van más allá y aseguran que Parr está siendo víctima de "un juego de poder", añadiendo que las conversaciones sobre el Pacto de la Concordia y la situación de Parr dentro del equipo "no son una mera coincidencia", como asegura el corresponsal de The Telegraph. "Ecclestone no tiene tiempo para él", asegura recordando que Parr es uno "de los pocos en este deporte que se atrevió a criticarle".

Pero Ecclestone tampoco se ha mordido la lengua a la hora de criticar la restructuración interna del equipo Williams, incluyendo la marcha de Sam Michael y la llegada de Mike Coughlan: "No creo que lo hayan hecho de la forma correcta", aseguró el jefe de la F1. "Los cambio deben llegar de arriba, no de abajo. Creo que los accionistas debería tener un mayor control". El periódico Independent también cree que la salida de Parr no parece una coincidencia en estos momentos: "Parece algo extraña", se lee en su publicación, mientras que The Guardian reconoce que Parr tuvo una "tensa relación" con Ecclestone.