Leer las páginas de los medios especializados internacionales es leer y leer alabanzas hacia Sebastian Vettel. Su vuelta rápida en los últimos compases del Gran Premio de Corea, disputado el pasado fin de semana, fue el martillazo que terminó por destrozar los ánimos de sus rivales. "Siempre tiene hambre de victorias; nunca está satisfecho", señala Corriere dello Sport, mientras que Gazzetta dello Sport, asegura que "ahora Vettel va detrás del récord de Schumacher de trece victorias en una temporada", y añade que "las celebraciones en Suzuka no ha mermado su determinación".

Los halagos más viscerales llegan de Tuttosport, que asegura que "Vettel es un caníbal, como su héroe Schumacher". Un caníbal que hasta que no cae la bandera de cuadros no es capaz de parar: "Creo que el equipo me matará ahora", bromeaba Vettel tras la carrera al forzar hasta el límite en la última vuelta y marcar así el mejor tiempo de la carrera. "Me dijeron por la radio: 'Idiota, lo has logrado'", asegura Vettel sobre su vuelta rápida. "Es poca cosa; probablemente es más cuestión de ego, porque no dan puntos por esto, así que es realmente estúpido por mi parte, pero lo logré y estoy contento", concluye el bicampeón más joven de la historia.