Lewis Hamilton se dirigía cómodamente a hacia una nueva victoria en el circuito de Austin que servía para afianzar su liderato e incluso el título de campeón del mundo de 2017. A una prudente distancia, Sebastian Vettel, y justo tras él, Kimi Raikkonen, acosado por un Max Verstappen que venía recortando tiempo de forma agigantada.

Aunque no parecía posible, el piloto de Red Bull encontró la manera de adelantar a Kimi Raikkonen, utilizando para ello todo el asfalto disponible a solo unas curvas de acabar la carrera. La polémica estaba servida, pues el neerlandés se metió por el interior de las líneas pintadas, algo que muchos no dudaron en calificar como atajo, y por lo tanto, adelantamiento ilegal.

Dirección de carrera se apresuró en imponer al de Red Bull una sanción de 5’’ de tiempo añadido, justo para acabar por detrás de Kimi Raikkonen, y sin posibilidad de reclamación por su parte, ya que como los aficionados del joven piloto se apresuraron en señalar, dicha trazada fue utilizada por diversos pilotos en momentos diferentes de la carrera.

Como la maniobra dejó cierta polémica, la FIA prometió actuar para que no volviese a suceder, acudiendo a sus amados pianos disuasorios, las llamadas ‘bananas’ o ‘baguettes’. La incongruencia de asfaltar de forma innecesaria el interior de una curva para acabar poniendo elementos que puedan incluso resultar peligrosos para el coche.

En concreto, se instalarán en los vértices de la curva 16 y 17, bordillos de 2 metros de longitud, un metro de anchura y 50 milímetros de altura, suficiente, a ojos de la FIA, para que los pilotos no recorten la pista, a pesar de que como algunos dijeron, no se ganaba ventaja al hacerlo. La FIA también ha instalado los llamados ‘bumps’ al final de la primera curva, añadiéndose a los que ya había instalados en las curvas 11, 15 y 19.