Los escasos adelantamientos que tuvieron lugar en el Gran Premio de Australia, tanto la pasada temporada como ésta, encendieron la luz de alerta en la Fórmula 1. En Australia, una nueva zona de DRS no resolvió la situación, aunque parece que posteriores modificaciones si fueron más efectivas en Bahréin, y en China se vio una de las carreras más emocionantes de los últimos años.

Y quizás porque si hay un lugar donde el DRS no es necesario para facilitar adelantamientos por velocidad punta, es Bakú, con su recta de más de dos kilómetros, la FIA ha decidido no modificar las zonas de DRS, ni su ubicación, ni su extensión.

La primera de las zonas de DRS se sitúa en la contrarecta de meta, con el punto de detección antes de la segunda curva del circuito, y el punto de activación a apenas 54 metros de la salida de la curva.

La segunda de las zonas se encuentra en la larguísima recta de meta, en la zona final de la misma, teniendo su zona de detección en la llamada curva 20, que realmente es un giro que se realiza a fondo, como prácticamente ocurre desde la salida de la curva 16. La activación se va hasta 347 metros después del punto de detección.

Los pilotos podrán estar mucho tiempo con el DRS abierto, por lo que aprovechando algún rebufo y demás, se pueden alcanzar las velocidades más altas de toda la temporada antes de afrontar una complicada y fuerte frenada para el codo a izquierdas que es la primera curva. Quizás un circuito donde el DRS no es necesario, pero que la FIA continúa manteniendo.