Bridgestone lleva desde 1997 siendo el suministrador de neumáticos de la F1 y desde 2008 de forma exclusiva. Pero a pesar de ello, las cuentas no cuadran y parece que los más interesados, los proveedores coreanos Kumbo y Hankook, se están echando atrás, según el diario El Mundo.

El gasto actual de Bridgestone ronda los 55 millones de dólares. Además, las reglas de 2010 han reducido los juegos de neumáticos de 11 a 14 por piloto y evento, por lo que no les sale rentable continuar más allá de 2010. Si por fin la Fórmula 1 no convence a la empresa japonesa para continuar en la máxima competición, Michelin podría ser la última esperanza. "Podríamos considerarlo", anunciaba el portavoz de la compañía francesa. (GMM)