Robert Kubica confía más que nunca en poder volver a ser uno de los pilotos de la parrilla de la Fórmula 1. El piloto polaco regresó con Renault hace un par de semanas mediante un test en el circuito de Cheste, del que salió muy satisfecho tras poder completar 115 giros sin dificultades.

Así, la marca gala podría estar planeando una nueva jornada de pruebas con Robert, aunque esto todavía no ha sido confirmado. De todos modos, el de Cracovia señala que eleva sus posibilidades de retorno a un 80-90%.

"Si me hubieses preguntado antes del test, de manera realista pensaría que un 10% o como máximo 20% de oportunidades, porque el tiempo avanza, me algo más viejo. La F1 va muy rápido, algo que alguna gente olvida; no todos, pero sí alguna. Ahora soy muy realista y mantengo los pies sobre el suelo, colocaría las posibilidades en un 80-90%", explica a la web estadounidense Motorsport.com.

Las limitaciones físicas causadas a raíz de su accidente de rally eran uno de los principales interrogantes a los que Kubica debía hacer frente una vez se volviese a subir a un F1, pero señala que, tras el test, confirmó que apenas sintió diferencia a su última vez dentro de un monoplaza.

"Te haces tus propias preguntas, basadas en cómo te sientes contigo mismo y tu cuerpo, y si me preguntáis sobre lo que sentí después del test en Valencia, éstas ya se habían ido. Se convirtió en algo más sencillo que lo que pensaba. Te da una buena confianza y te pone en un nivel completamente diferente, tratando de tener una mejor sensación con el coche y un mejor rendimiento. Sobre mi comodidad, o limitaciones, se fueron en tres vueltas, me pude concentrar en conseguir un buen ritmo. Me sorprendí por cómo lo sentí; me sentí como si no hubiese conduciendo desde hace un mes y no seis años", indica.

"Me sentí como si no hubiese conduciendo desde hace un mes y no seis años"

Por ello, revela que su test con Renault era una excusa para percatarse de si realmente podría sopesar la opción de volver al Gran Circo o si, finalmente, debía cerrar la puerta de manera definitiva.

"Mi primer objetivo era ver si podía ser capaz de hacerlo. Más o menos está cumplido. Segundo, hablando realísticamente, esto va lento y paso a paso. La F1 es una competición dura y he estado fuera durante mucho tiempo. Creo que muchos de mis interrogantes se han ido y me siento muy cómodo con ello. En realidad fue un gran alivio para mí, porque este test hubiese sido un 'Sí, puedo hacer esto' o 'No, tengo que cerrar la puerta a la F1 para siempre'", concluye.