Robert Kubica está dispuesto a echar el resto para conseguir el que ha sido su gran objetivo desde el nefasto accidente en la pretemporada de 2011, volver a disputar una carrera de Fórmula 1.

A pesar de que el piloto polaco avisó hace semanas que Williams no era su única opción, la realidad parece contradecirle, pues apenas quedan vacantes asientos en Toro Rosso y en el equipo de Grove, el cual ya ha confirmado a George Russell como piloto titular para 2019.

Para el segundo asiento de Williams, el equipo británico maneja varias opciones, desde la continuidad de Sergey Sirotkin, sustituirlo por otro ruso como Artem Markelov, o incluso ceder con las pretensiones económicas de tal forma que el asiento sea accesible para Esteban Ocon. En lo que parece ser una clara subasta por el asiento, algo a lo que el histórico equipo parece haberse acostumbrado en exceso, Kubica parece estar dispuesto a pujar.

Para ello, el piloto polaco ha mantenido reuniones con PKN Orlen, la petrolera de su país, con amplio historial de patrocinio en el Motorsport, y que además ha absorbido a la otra petrolera polaca, Lotos, la cual además de largo historial de patrocinios, también mantiene una estrecha y longeva relación con Robert. Así lo admitió el piloto en un evento de prensa celebrado recientemente en Polonia.

Como casi todo lo que hace el piloto polaco, levantó una gran expectación, lo que ha obligado a la petrolera a emitir un comunicado en el que explicaba que era cierto que se habían mantenido contactos, pero que estos estaban en una etapa demasiado inicial como para poder decir nada. Al mismo tiempo, Orlen admitía haber concertado reuniones para analizar y estudiar las posibilidades de un patrocinio en Fórmula 1 junto al idolatrado piloto nacional.