Robert Kubica ha querido poner algo de calma en lo referente a su hipotético regreso a la Fórmula 1 visto el buen camino que lleva la recuperación de su mano tras su accidente de rally en febrero de 2011.

El piloto polaco ha confesado que aunque ha mejorado mucho, aún tiene limitaciones al volante y eso hace que aún sea imposible pensar en subirse a un monoplaza para competir.

"Podría conducir un coche de Fórmula 1 en un circuito o dos como un test. Pero eso no tiene ningún sentido si no puedo competir", afirmó el ex piloto de Lotus a la BBC antes de hablar sobre su posible vuelta.

"Creo que sólo hay una persona quien puede juzgar lo que puedo hacer detrás de un volante, y ese soy yo. Volver a la F1 es un sueño, un objetivo, pero por ahora es muy difícil, diría que casi imposible. Nunca tomaría esa decisión si no estoy seguro al 100%", continuó en la previa del Rally de Gales. “Si algún día las cosas mejoran, seguro que lo evaluaremos. Pero por ahora, estoy concentrado en el rally", explicaba el polaco.

Así, aunque recientemente se haya coronado campeón de la segunda categoría del campeonato mundial de rally (WRC2), Kubica afirma que su mano no está lista para el desafío de manejar un Fórmula 1.

"Me concentro en mi recuperación (total) y el rally me está ayudando mucho en este aspecto. Puedo ver mucha mejora detrás del volante de mi coche. Pilotar por la grava es muy exigente, y hay muchos momentos en los que mi mano y brazo necesitan hacer mucho esfuerzo", explicó el primer –y hasta la fecha- único piloto polaco en toda la historia de la Fórmula 1.

"Pero sé que con esto (rally) no puedo llegar al límite, lo que sería pilotar un monoplaza. No tengo tanto poder como para poder decidirlo, pero daré lo mejor de mí", finalizó.

Cabe recordar que, además de su accidente de rally, Robert Kubica sufrió el año 2007 el accidente más fuerte en mucho tiempo dentro de la Fórmula 1, con el que llegó a ser ‘golpeado’ por una fuerza de 78G durante el GP de Canadá.

Curiosamente, en el circuito Gilles Villeneuve fue donde consiguió su única victoria en la Fórmula 1 al año siguiente, en 2008.