"A veces te dan fallos y tienes que rectificar el problema", asegura Jenson Button. "Pero la parte más difícil para nosotros fue antes del parón veraniego, cuando simplemente no teníamos el ritmo".

McLaren terminó tercero en la clasificación general de constructores con problemas de fiabilidad y en algunos pitstops. Lewis Hamilton y el propio Button estuvieron en la lucha por la corona de laurel al principio, aunque finalmente terminaron a 91 y 93 puntos de Sebastian Vettel respectivamente, es decir, en cuarto y quinto puesto.

Sin embargo, el británico, que el año que viene compartirá box con Sergio Pérez, cree que el fallo no sólo estuvo en la fiabilidad del MP4-27, sino que simplemente no tuvieron el ritmo suficiente para superar a sus rivales, tal y como ya adelantó a Autosport la semana pasada.

"La razón por la que no estuvimos peleando por el título no fue sólo por problemas de fiabilidad, el ritmo en ese momento no era suficientemente bueno comparado con nuestros rivales", añadía Jenson. "Los problemas siempre han sido en fin de semana".

"Hicimos 1.400 kilómetros en los test de jóvenes pilotos y no tuvimos ningún problema, por lo que hemos tenido un poco de mala suerte".

A pesar de esto, el piloto de Frome siempre ve el lado positivo del problema y, por ello, cree que sus dificultades con el monoplaza le ayudaron en última instancia a comprender "qué puedes hacer y qué no con los neumáticos, porque es diferente a lo que sueles pensar", asegura Jenson.

"Probamos nuevas cosas porque yo luchaba para conseguir la temperatura [de los neumáticos] más que la mayoría, y no funcionó. Destruí las gomas en Mónaco y Canadá", comenta el británico. "Lewis tuvo un buen tirmo en la carrera de Canadá y yo una mala carrera, y fue bueno para el resto del año de alguna manera porque teníamos los dos extremos, así que podíamos mirar los datos, ir al simulador, cambiar el balance y averiguar por qué yo sufría más degradación que él".