Lance Stroll ha pasado de ser un piloto cuestionado a subirse al podio en apenas dos Grandes Premios. El piloto canadiense sumó sus primeros puntos del año en Montreal y en Bakú se subió por primera vez al podio al finalizar la carrera en tercera posición. A pesar de que su buena clasificación le ayudó a mantenerse en las posiciones delanteras, los numerosos accidentes que se sucedieron en la carrera permitieron a Stroll ir ganando puestos.

El joven piloto llegó a situarse en segunda posición tras el problema de Lewis Hamilton con el reposacabezas y la sanción a Sebastian Vettel, pero no pudo hacer nada para evitar ser adelantado por Valtteri Bottas, quien venía en plena remontada tras un incidente en las primeras vueltas. A pesar de la amenaza de Vettel y Hamilton, Stroll aguantó la tercera posición para subirse a un podio inesperado al principio de la prueba.

“No tengo palabras ahora mismo. No sé qué decir. No soy consciente de lo que ha pasado. Ha sido una carrera movida con gente chocando. Yo me mantuve lejos del peligro con la cabeza fría y llegué hasta el final. Nuestro ritmo era bueno y solo perdí la posición con Bottas al final. Probablemente fue uno de los finales más ajustados de siempre. Estábamos en paralelo en la meta. ¡Qué carrera! No me creía al comenzar el fin de semana que estaría en el podio, es alucinante. El motor es una relación de amor y odio. Tuve un par de carreras difíciles y las dos últimas han sido geniales”, explicó Stroll al terminar la carrera.