El propio equipo asegura que Jean-Eric Vergne fue el responsable del toque y de que posteriormente regresara a la pista a una velocidad tan elevada, provocando la desintegración del neumático, el esparcimiento de los trozos por la pista y la salida del coche de seguridad.

El anterior copropietario de Toro Rosso, el ex piloto austríaco Gerhard Berger, ha declarado a Servus TV: "Lo que hizo es inaceptable y fue su culpa". La misma opinión tiene Christian Horner, patrón del hermano mayor –Red Bull Racing–, que cree que el piloto de 22 años tendrá que hacer frente a la multa de su propio bolsillo: "Si es culpa del piloto, entonces él tiene que pagar", asegura el británico.

Horner no cree que sea duro con el piloto, sino que se trata sólo de una cuestión de justicia: "Si, por ejemplo, el piloto pasa demasiado rápido por boxes porque su limitador no ha funcionado bien, entonces probablemente el equipo pagaría la multa", continúa. "Jean-Eric probablemente tenga que rascarse los bolsillos esta vez".