Red Bull puso todas sus esperanzas en la nueva normativa técnica para tratar de luchar por el título contra Mercedes. El coche del equipo austriaco no ha estado a la altura de la escudería de Brackley y finalmente fue Ferrari quien se posicionó como la alternativa a los dominadores de la era V6 Turbo. Christian Horner teme que esta situación seguirá igual durante el resto de la temporada, aunque insiste en que el equipo luchará por acercarse al frente de la parrilla.

“Estamos un poco en tierra de nadie. Estamos intentando ponernos al nivel de los grandes. Si lo conseguimos, quizás uno de nuestro pilotos pueda ser decisivo en el campeonato. Si tienes a cinco o seis pilotos luchando por victorias, se vuelve todo más dinámico”, declaró el jefe de equipo al sitio web oficial de la Fórmula 1.

Horner afirma que gran parte del progreso de Red Bull depende del desarrollo del motor Renault, además del rendimiento de las mejoras que introdujeron en Barcelona. “Es parte de un proceso que estamos llevando a cabo durante la temporada, pero en España hubo un gran paquete de actualizaciones. Las primeras indicaciones son positivas, pero hay que esperar para el veredicto final. Parece que hay potencial y veremos si nos puede abrir caminos que investigar en las próximas carreras”.