Ahora mismo Pirelli está en el ojo del huracán. El test 'secreto' que Mercedes llevó a cabo en el Circuit de Catalunya después del Gran Premio de España y las preocupaciones que han causado los neumáticos a la gran mayoría de equipos en la temporada hasta ahora no son suficientes para que la marca milanesa tenga que marcharse de la Fórmula 1, según Christian Horner.

La Federación Internacional de Automovilismo (FIA) tiene en su punto de mira tanto a Pirelli como a Mercedes debido al entrenamiento que realizaron en Barcelona. Para el jefe de equipo de Red Bull, éste no será un problema para el proveedor de neumáticos y afirma que no afectará al futuro de la compañía italiana en el Gran Circo. "Son una compañía competente. Si, han llevado el producto demasiado lejos y ahora necesitan retroceder un poco, pero el asunto no es con Pirelli".

La falta de transparencia es la clave del problema para Horner. "El problema es con la manera en cómo se ha manejado toda la situación y eso es decepcionante. Es la falta de transparencia lo que nos ha llevado a protestar". Sin embargo, el propietario de Red Bull, Dietrich Mateschitz, está muy disgustado con la situación causada por la firma italiana de neumáticos. El austríaco llegó a decir: "Es una competición de gestión de neumáticos y ya no tiene nada que ver con la competición".

Pirelli también ha dado su versión de lo sucedido y, tal como dejó claro Paul Hembery, director de Pirelli Motorsport, todo este embrollo se podría desenredar fijando un programa de test a lo largo de la temporada 2014. "Insistimos en que si vamos a seguir adelante tenemos un plan de pruebas estructurado en marcha. Por otro lado, como compañía no podemos entregar todo lo que los equipos quieren. Si no hay un calendario de test como es debido, Pirelli no podrá continuar".